"lost in the paradise"

Capítulo 2

-Auchs-. Dije sobándome el codo mientras caminaba alejada de los humanos-. Puta vieja, por lo menos me podías advertir-. Le dije al cielo

  Un sonido de una tienda me distrajo "música" le llaman aquí. Entre a la tienda pasando entre la multitud cuidadosamente. En ella se reproducía una canción en aleman la cual me gustó mucho decía: "Gott weiss ich will kein engel sein". Extrañamente me identifique en signo de rebelión aunque los integrantes de las banda ya tenía su destino provisto por "Dios" en unas de las reuniones que hacían ellos.

  Salí de la tienda sin saber que hacer, ya el sol se estaba escondiendo y no tenía donde pasar la noche; podría hacerlo como siempre dormía en el cielo antes de que Miguel se fuera, pero aquí en la tierra todo es peligroso y mas para la inocencia de un angel.

  Comenzé a observar a los humanos a mi alrededor para buscar algún refugio. Pero, uno en especial me llamo la atención, un humano adulto sentado en la esquina mas alejada de una plaza tranquilamente con unos aparatos en los oídos y movía sus manos y su cabeza rítmicamente.

   Tenia una hermosa piel blanca como la nieve, el cabello rubio rizado los rayos del sol que se enrroscaban hasta que caían sobre sus hombros gracilmente haciendo que la ligera y fría brisa los agitara. Sus ojos parecían el azul de el mar; pero la profunda e impenetrable mirada era lo que mas me llamo la atención.

-no me molestaría hundirme en ella ahogándome completamente en caída hacía sus prefilados labios-. Dijo mi obstinada subconsciente y descarte rápidamente el pensamiento.

  Su vestimenta era  como cualquier la de cualquier humano pasaba desapercibido entre ellos sin ser notado. Solo que el era muy perfecto para ser uno, tenía un largo abrigo y unos jeans un poco desgastados por el uso.

Estaba completamente metido en sus pensamientos ajeno a lo que pasaba a su alrededor, como si su mundo se hubiera pausado en una parte de su vida. Aproveche la oportunidad para hacercarme sin ser escuchada. Me acerqué un poco más  hasta quedar en frente de el. De todos modos el no me podía ver y sin problema mirarle.

  Se sacó los audífonos de sus oídos y levanto la mirada clavándome su impenetrable mirada. -Oye, quién eres tu?- me preguntó haciéndome caer del susto.- este... estás invadiendo mi espacio personal.- arqueo una ceja.

-Lo siento-. Dije levantándome del suelo bajando la mirada algo ruborizada.

-Trató de ocultar una sonrisa al ver mi reacción. -Que quieres?, desde hace rato me estás observando.- Preguntó sin ninguna vacilación.

-Discúlpame, no me había fijado.- me lleve la mano a la cabeza.

-No eres de por aqui, verdad?-. Suspiro levemente moviendo su cabeza hacia los lados y luego volvió a clavar su mirada fijamente en la mía.

-No.- Fue lo único que mis labios pudieron decir al sostener su mirada me paso una fugaz visión:

<<El más hermoso angel, más que cualquier otro más, más que Miguel. Con una  pequeña niña dormida entre sus brazos y con ternura acunando sus sueños, besando su pequeña frente>>. En pocas palabras aquella pequeña niña era yo pero, no recordaba haber visto aquel angel alguna vez.

-Chasqueo sus dedos delante de mi sacándome de aquel transe -. Lo siento, por un momento pensé que  te habías quedado en shock-. Sonrió-. Te vas a quedar por aquí o solo vas de paso?-. Su voz se había echo mas gentil.

-Solo estoy buscando algo y no se si se encuentre aquí.-susurre.

-Y que es lo que buscas?, si es que puedo saber-. Dijo con mesura-. Que maleducado soy!- exclamó-. Ven siéntate a mi lado-. Dio unas palmadas al espacio del banco que quedaba a su lado, acepté la invitación sentándome a su lado. Quizás el me podría ayudar a buscar.-Creo que todos estamos en busca de eso-. Comenzó a decir mirando a la nada-. Quizás sea una persona, un pasatiempo, una carrera. Pero en realidad todos estamos en busca de ese alguien con quien nos ayude a recorrer nuestro camino.- Fijo su mirada al piso. Sin embargo el no termino de decir las palabras que le faltaban. Si tan solo quizás con esas palabras podía cambiar su rumbo.

-Estoy buscando mi camino.- sonreí.-y cuéntame, que es lo que buscas tu?-. Pregunte sin preocupaciones.

-Venganza-. Levantó la mirada para encontrarla con la mía.  Aunque sus labios demostraban una sonrisa en su mirada solo se podía percibir la oscuridad del odio de que producía su alma.