"lost in the paradise"

Capítulo 10

Abrí los ojos de pronto, la oscuridad no tenía fin. El miedo y la desesperación me abrumo. Esto es real?, una voz en mi interior respondió afirmativamente.

- Ya basta!, tengo miedo- implore.

  Todo se volvió borroso, unas tenues luces de velas iluminaba la habitación. Los demonios se ubicaban a mi alrededor con túnicas que cubrían todo su cuerpo. Intenté levantarme pero ellos me presionaron para quedarme acostada.

-No me odies cuando te despiertes- susurro a mi oído la voz de aquel ángel que me sacó del tren. Caí en un sueño profundo.

-Con el pesar más grande que expresa mi alma me voy a estudiar, me aceptaron en la academia de arcanos. Espero que cuando vuelva sea aceptado en la lista de el Padre que se pueden casar contigo, y que me elijas a mi sería la segunda cosa más feliz que me ha pasado en toda mi vida- dijo Miguel antes de irse.

   El siguiente día transcurrió sin emoción después de saber que Miguel se había ido y lo más doloroso fue que no se despidió.

Me sorprendió saber que Lucifer (el ser más cercano a mi Padre) iba a ser mi cuidador, por que tenía que ser el ser que menos trataba en todo el reino?. Traté de convencer a mi padre pero El negó mi petición rotundamente. El trabajo de Lucifer se basó en: despertarme, lavarme, cocinar mi comida y postres, no perderme de vista, cumplir mis mandatos (si eran necesarios) y asegurarse que estuviera bien en todo momento; prácticamente siempre estar a mi lado, contar cuantas veces respiro, cuantas veces parpadeo.

   Eso no era que yo quería, quería libertad, con Miguel la tenía, era mi mejor amigo, el único que sabía lo que realmente pensaba, todos mis gustos.

  Mi padre organizó un baile para celebrar mi cumpleaños. La alta sociedad hablaba entusiasmada, halagandome. Pero, yo sabía que nada más lo hacían era para ganar puntos con mi Padre.

  Tomé la primer oportunidad para escapar y encontrar un sitio donde esconderme detrás de unas cortinas, aunque mi vestido no me ayudaba en nada.

  Sonó el llamado para el vals, se suponía que mi pareja para este baile era Miguel, pero se fue a la academia. Escuché unos pasos acercándose.

-Señorita Rut, es la hora de bailar el vals-dijo Lucifer escondiéndose a mi lado- Tiene miedo?-dijo sarcásticamente- O peor aún no sabe bailar- se burló.

-No!, no es eso-dije apenada.

-Entonces que?-preguntó exasperado.

-Este...-hice una pausa- es solo que no tengo pareja para el vals y como Miguel se fue- hablé rápidamente intentando ocultar mi vergüenza.

-Es que no me estas viendo?- preguntó alzando una ceja y me extendió su mano, dudé un poco. La tomé con seguridad, tiro de mi juntando mis labios con los suyos-Lo siento, señorita es que se ve demasiado tierna sonrrojada-susurro en mi oído haciendo que me sonrrojara mucho más.

   Caminamos hacia el centro de la pista de baile, Lucifer hizo una reverencia y yo la acepté. Los músicos comenzaron a tocar el vals más hermoso que había escuchado, nos moviamos al compás del vals. Lucifer no me quitaba la mirada de encima y yo le seguí la corriente, el tiempo en sus profundos ojos azules. Una corriente subió desde mi espalda hasta mi nuca. Los demás se unieron a nuestro alrededor. Varios vals pasaron, pero nosotros no nos dimos cuenta, sus ojos me hechizaron. Nos separamos haciendo una inclinación al mismo tiempo.