"lost in the paradise"

Capítulo 9

*Narra Rut*

Caminé por el pasillo y me senté en el asiento que daba con la ventanilla. El cansancio me abordó al sentarme, pero mi sentidos permanecían alerta. Mis ojos pesaban una tonelada, como si no hubiera dormido ayer. Cerré los ojos reposando mi cabeza en la ventanilla.

-Hola- dijo una voz masculina que apenas reconocía.

Me tense, abrí los ojos de pronto. Y efectivamente era lo que más temía, Miguel. Se dejó crecer su cabello plateado hasta la cintura, su rostro había cambiado estaba mas adulto igual que su cuerpo, su espalda se había crecido. No parecía en nada al Miguel que yo conocía, hasta que me tope con sus ojos cristalinos, allí seguía con su inocencia intacta.

-Tranquila, no te reportaré- susurró secamente. Abrí la boca pero no salió sonido alguno, hice otro intento.-Por que te escapaste del cielo?

-Por que no me vas a reportar? Y me escapé del cielo porque quería estar un tiempo sola, para organizar mis ideas- dije fulminandole con la mirada me miro dulcemente aunque dolido por mi forma de tratarlo.

-Porque no haría nada para lastimarte-dijo.

-Pero, aún así te fuiste y me dejaste- le espete con mis lágrimas a punto de salir. Voltee mi cara hacia la ventanilla.

-No, no, no- susurro- yo jamás te deje, me fui a la academia de arcanos para poder estar a tu altura y estar a tu lado siempre. Tuve que sacrificar dies años por una eternidad a tu lado.

-Yo pensé que te habías ido porque no querías casarte con la hija mimada de Dios.- dije con voz quebrada.

-Tu eres mi vida, nunca podría dejarte, no sabes cuanto te amo- se acercó lentamente mirándome a los ojos, acaricio mi mejilla con su suave pulgar, se acerco lentamente.

La luz se fue, el miedo se apoderó de mi. Un escalofrío recorrió mi espalda, cerré mi ojos fuertemente.

-Voy a solucionar el problema- dijo Miguel mientras se alejaba.

-Ya resolviste el problema?- pregunté al sentirlo a mi lado. La brisa golpeo mi rostro.

-Rut!- escuche gritar a Miguel a lo lejos. Abrí los ojos, estaba en el aire.

-Si, aunque no del todo- la voz de aquel chico que me dejo en la estación de trenes. La claridad me absorbió, unas hermosas alas negras aleteando la opaco. Luego me desmaye.

La oscuridad me absorbió hundiendome en una especie de sueño. Aunque a mi alrededor todo parecía estar a mi alrededor en reposo. En mi mente todo estaba en ruinas y caos, todo a mi alrededor se desvaneció de pronto. Me di cuenta, estaba sola en la absoluta oscuridad.