Loco por él [SeXing]

2

Sehun no pudo abandonar a Yixing cuando éste le pidió que lo acompañara al hospital para una cita médica, un mes después de aquella cena en la que su amigo le contó sus intenciones de tener un bebé.

Utilizó su hora de comida y se encaminó al metro para llegar al hospital universitario en el que su amigo había programado la consulta. Lidió con el tumulto de gente que se arremolinaba en el subterráneo y tuvo que esquivar a más de una persona para introducirse en el vagón antes de que éste cerrara sus puertas.

La distancia entre la salida del metro y el hospital no era mucha, pero iba retrasado y tuvo que echarse a correr para llegar a tiempo.

Entró en el hospital a punto de caerse por el esfuerzo, correr nunca había sido lo suyo. Recuperó el aliento antes de aproximarse con algo de vergüenza a la recepción, dispuesto a preguntar por el área de maternidad y pediatría. La joven que lo atendió pareció decepcionada, aunque de todos modos le regaló una sonrisa y le indicó que debía tomar el elevador hasta el cuarto piso. Sehun le agradeció y siguió sus instrucciones.

En el camino se aflojó la corbata para retirársela, en un intento por lucir menos formal; la guardó en el bolsillo de su saco en el momento exacto en que las puertas se abrieron. El chico tuvo que hacerse a un lado para salir, porque una mujer en un estado avanzado de gestación entró, sujetando con un mano su vientre y con la otra la mano de un niño pequeño que exigía un helado de chocolate.

Sehun salió al pasillo, desabotonando el primer botón de su camisa. Giró el rostro para buscar a Yixing y lo encontró junto a un hombre algunos años mayor que él, quizá de una edad similar a la de Donghae. Ambos platicaban con semblante concentrado, Yixing asentía de vez en cuando y al hablar movía las manos para expresarse mejor, una manía que había desarrollado cuando era pequeño e intentaba lidiar con un idioma que no era el suyo.

Sehun avanzó, sin saber con exactitud sí debía interrumpirlos o no. Aprovechó que ninguno de los dos lo notó para quitarse el saco, ahora que estaba en calma podía notar el calor que emanaba su piel por la carrera. Se limpió los rastros de sudor de la frente con el dorso de la mano y dejó que el sonido de sus pasos lo anunciara.

Yixing fue el primero en notarlo, alzó la cabeza como un imán reaccionando a la cercanía de otro. Le sonrió a Sehun y luego se volvió hacia el otro individuo para presentar a su amigo.

El hombre miró a Sehun y se levantó para inclinarse al mismo tiempo que él.

—Kim Heechul —se presentó el desconocido.

—Oh Sehun, mucho gusto. —Sehun estrechó la mano que se le ofreció,  antes de pegarse inconscientemente junto a Yixing.

—¿Él será el papá del bebé? —preguntó Heechul, pasando su mirada de uno a otro.

Yixing se sonrojó y agitó las manos en negación.

—No, él es mi mejor amigo —explicó el mayor, intentando no tropezarse con sus propias palabras—. Está aquí para acompañarme.

Sehun intentó no sonreír al ver a su amigo tan nervioso por esas palabras. Así, con las mejillas coloradas y el brillo avergonzado en sus ojos, Yixing le pareció adorable.

—Hacen bonita pareja —comentó Heechul, antes de componer una sonrisa traviesa—. No sería mala idea considerar algo en un futuro, todas las relaciones comienzan con una amistad.

Probablemente no habían pasado ni cinco minutos desde que lo había conocido, pero a Sehun ya le agradaba Heechul lo suficiente para invitarlo a beber alguna vez.

—¿No es raro? —La voz de Yixing sonó más baja, como si quisiera evitar que Sehun lo escuchara.

—Lo es al principio —admitió Heechul—. Pero son amigos, se conocen, saben que le gusta y que le desagrada al otro, eso lo hace más fácil. Yo pensaba que era como salir con un hermano, ahora Kyunghoon es mi esposo y está esperando a mi bebé.