"Always you..."

1. Eres pegagoso

Hyukaje no podía estar más contento aquella mañana. Se levantó de su cama sin poder esperar más, en realidad no había dormido casi nada, había esperado toda la noche para que a primera hora del día comenzará con los preparativos para hacer de ese día algo inolvidable y especial.

En cuanto salió de su habitación camino con pasos silenciosos hacía su destino. Sin siquiera tocar abrió la puerta de la última habitación al otro lado del pasillo. Asomó la cabeza y una sonrisa se dibujo en su rostro al notar el pequeño bulto bajo las sabanas. Cerró sin hacer ruido y se acerco de puntillas a la cama. Pensó en arrojarse encima de la cama, jalar las sabanas y gritar "boo", pero finalmente decidió levantar uno de los bordes, se acostó y se hundió contra el colchón, estiró los brazos y sus manos rodearon la pequeña cintura de la persona que dormía pacificamente. Se coloco detrás de su espalda y entrelazo sus manos sobre el abdomen del pequeño castaño que era ajeno a la presencia de Hyukjae.

-Donghae.-Susurró el mayor acercándo sus labios al oido del bello durmiente, pero nada sucedió.-Donghae.-Intentó de nuevo y esta vez dejó un beso detrás de su oreja.

El menor se removió un poco, Hyukjae sonrió y lo abrazó contra si. Coló una de sus manos bajo su pijama y comenzó a acariciar la piel de su andomen con la punta de sus dedos. Donghae soltó un suspiro. El mayor comenzó a repartir varios besos sobre su mejilla para despertarlo de la manera más tierna y favorita que tenía.

-Hyu... Hyukkie, basta.-Balbuceó

-Tienes que despertar, anda.-Hyukaje continuó con las caricias y mordió levemente la mejilla del menor

-Mmm, quiero dormir Hyukjae, d-dejame dormir, estoy... tan cansado.-Refunfuñó Donghae, pero no hizó nada para detenerlo.

Se removió sobre la cama se acurrucó contra el cuerpo del mayor y estiró su cuello. Hyukjae no pudó hacer nada contra la tentanción de hundir su cara contra él. Acarició la suave piel del menor con la punta de su nariz y rozo minimamente sus labios contra su cuello. Donghae suspiró profundamente y colocó sus manos sobre las del mayor.

-Hyukkie, eres pegagoso, basta. Tengo sueño, durmamos, ¿si?.-Susurró el menor sin abrir los ojos.

-Tienes que levantarte, tengo muchos planes para ti el día de hoy, por favor, Donghae.-Dijó y dejó un pequeño besó en su cuello

-¿Que es tan importante que t-tengo que levantarme tan temprano?

-Bueno, quizás algo tan importante como tu cumpleaños, al parecer

En cuanto las palabras salieron de su boca, Donghae se despertó completamente. Se giro y se safó del abrazo de Hyukjae, lo miró y soltó un gran bostezo.

-Hyukkie, ¿qué haces aquí? ¿Cómo entraste?.-Preguntó tallandose los ojos y totalmente ajeno a lo que había pasado hasta hace unos segundos.

Hyukjae lo miro largos segundos antes de contestar, sacudió la cabeza y le mostró la mejor de sus sonrisas

-Yo toqué pero no abrías, así que me permití entrar y traté de despertarte, lo siento. ¿Estás molesto?

-No.-Donghae se estiró y se sentó a lo indio sobre la cama, el mayor no tuvó otra opción que levantarse, metió las manos a los bolsillos de su pantalón de chándal y miro al castaño en silencio.-Hyuk, ¿sabes qué día es hoy?.-Preguntó de pronto Donghae.

Hyukjae asintió y le sonrió. Por supuesto que lo sabía. Era el mejor día de su vida porque hace 20 años que Donghae había llegado al mundo un 15 de octubre. Había preparado un par de cosas la noche anterior para darle al menor una sorpresa: un delicioso desayuno y de ser posible una salida al parque de diversiones.), todo con tal de ver a Donghae sonriendo y feliz.

-Y bueno, ¿qué estás esperando Hyukjae?.-Preguntó Donghae sacándolo de sus pensamientos. El mayor lo miró sin entender.-Hablo de mi regalo tonto y mi abrazo de cumpleaños ¿a eso has venido no?

El mayor asintió no demasiado seguro. Abrió sus brazos en una clara invitación para que el castaño se acercará y recibiera una buena felicitación. Donghae sonrió y se abalanzó contra él. Hyukjae lo encerró entre sus brazos y besó la cima de su cabeza.

-Feliz cumpleaños, pequeño Donghae

-No soy un pequeño Hyukkie, ya tengo 20 años.

Hyukjae rió y acarició su espalda de arriba abajo

-Para mi siempre seras como un bebé

-Eres un tonto.-Se quejó con una sonrisa en los labios.-Hyuk, ¿qué hora es?

-Son las 8 de la mañ...

-Demonios.-Gritó al mismo tiempo que se alejaba del mayor sin dejarlo terminar.-Tengo que alistarme. Hyuk, gracias. Si tienes un regalo para mi puedes guardarlo y darmelo más tarde, ahora tengo que ducharme

-¿Ducharte? ¿Vas a salir?

-Sí, lo había olvidado por completo, pero Yonghwa me invitó a salir para celebrar mi cumpleaños, ¿no es genial?

Hyukjae quisó sonreir, trató de hacerlo pero el nudo en su garganta se lo impidió. Nunca pensó en si el menor haría planes para este día, y si tenía que admitir que le dolía lo haría.

-Creí... creí que no iban en serio

-Y yo también, pero pensé en darle una oportunidad y que mejor que este día especial, tendrá que demostrar lo mucho que está interesado en mi y sabré si es el correcto o no.-Soltó el menor y parecía tan contento y entusiasmado que Hyukjae tuvó que tomar fuerzas de donde pudo para evitar que sus ojos picaran y comenzará a llorar, porque era justo lo que él había planeado. Demostrarle a Donghae cuan importante y especial era para él y, sobre todo, hacerle sentir cuanto lo quería.

Pero Hyukjae había olvidado una vez más que el menor, al igual que desde hace 8 años desde que se habían conocido, era solo su amigo. Y eso al parecer, nunca cambiaría...