¿Dónde Está Mi Hija? (Subida de capítulos irregular)

Capítulo 2: Luna de miel (la primera "traición")

Antes de coger el avión se pusieron ropa más cómoda para el viaje. Subieron al avión irradiando felicidad por dónde pasaban. Los asientos de Mónica y Dan eran los 4-5 y los de Brenda y Tony los 8-9. Estaban unos detrás de los otros.

-Joo…-se quejó Brenda-¿Por qué no nos tocaron los asientos de vuestro lado? ¡Si no hay nadie ahí!

-Es verdad-coincidió Mónica- yo quería teneros a mi lado-dijo haciendo un puchero, los chicos las miraron con una sonrisa. Nunca cambiarían, llevaban una al lado de la otra demasiado tiempo y eran como niñas chiquitas ¡Tal para cual! Poco antes de que al avión despegase, otra pareja entró al avión ocupando los asientos 2-3, al lado de Mónica y Dan. Ellos también parecían una pareja de recién casados, ella era de pelo castaño con reflejos rojizos y de ojos grises y él moreno de pelo castaño hasta los hombros y ojos castaños a su vez. La chica se quedó mirando a Dan de una manera extraña. Brenda, que se había dado cuenta del gesto, le dio con leve codazo a Mónica para advertirle. Esta se quedó todo el rato mirando a la extraña mujer que no paraba de mirar a SU marido, menudo descaro… y encima teniendo a su novio al lado.

-¿Amor necesitas algo?-preguntó en chico castaño mirando a su novia que no apartaba la mirada de Dan.

-No, gracias-respondió fríamente sin apartar la mirada de su carnada. Su chico bajó la mirada y  Mónica se revolvió en su asiento y Dan le cogió la mano.

-Disculpa-dijo la chica al fin-¿Sois pareja?-le preguntó a Dan.

-Si-se apresuró a contestar Mónica apretando más fuerte la mano de su marido.

-En realidad, estamos casados, nos vamos de luna de miel-concluyó Dan mirando dulcemente a su ahora esposa.

-¡Qué casualidad! ¡Nosotros también estamos recién casados!-dijo la chica emocionada- por cierto… soy Romina y él es Fernando, es un placer-dijo acercándose peligrosamente a Dan que se apartó de inmediato provocando una risita de Brenda y una amplia sonrisa de Mónica.

-Soy Dan, ella es Mónica y ellos-dijo señalando hacia atrás-son Brenda y Tony-Brenda la saludó burlonamente y Romina, algo molesta le guiñó un ojo a  Tony y este le sonrió. Brenda se hizo la que no vio nada y le sonrió cínicamente a Romina que soltó un bufido y se agarró del brazo de su marido. Cada minuto que pasaba Mónica y Brenda estaban más molestas, Romina no dejaba de insinuarse a sus esposos teniendo al suyo propio delante. Dan ya estaba cansado de las provocaciones de Romina asique se hizo el dormido hasta, que al final, quedó dormido de verdad. Mónica soltó un suspiro de alivio en cuánto escuchó la respiración tranquila de Dan, la cual le revelaba que estaba durmiendo.  Los cuatro se sumieron en un profundo sueño que dejaba ver su cansancio provocado por la adrenalina que habían sentido a lo largo del día.

Dan se sintió zarandeado y abrió los ojos pesadamente, aquella persona borrosa, fue tomando nitidez poco a poco,  hasta que el rostro de Romina terminó de despertarlo, dio un respingo en el asiento despertando a Mónica.

-¿Qué ocurre?-preguntó Mónica refregándose los ojos y mirando a Dan interrogante.

-¿Por qué me despiertas?-preguntó Dan sin responderle a Mónica.

-Es que ya hemos llegado-dijo con toda naturalidad sin salir de encima de Dan, al ver la escena, Mónica se tensó y Dan apartó a Romina sin ninguna delicadeza. Esa chica no le daba buena espina para nada, pero no quería preocupar a Mónica en su luna de miel. Colocó su mano encima de la de su mujer sacándole una cálida sonrisa que le hizo derretirse en el asiento ¿Cómo podía hacer que su corazón diese un vuelco con una sonrisa? No lo sabía, pero eso no le importaba, lo importante es que a partir de ahora, iba a tener esa sonrisa para siempre. Mónica despertó a Brenda y Tony, y Romina a Fernando, que lo primero que hizo fue darle un beso a su esposa que lo recibió algo incómoda.