Trece.

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- ¡ALEXANDER JEIX ABRE LA PUERTA O LA TIRARÉ ABAJO! - chillo mientras aporreo la puerta principal de la casa de los Jeix. 

En cuanto que mi mente ha caído en quien ha sido el artífice de esa "broma", aunque de broma tiene poco, le he quitado el skate a Adam y he salido lo más rápido que he podido hacia esta gran mansión, dejando al dueño del skate y a Brooke gritando mi nombre y a Ryan y Cameron llorando por lo que le ha ocurrido a sus coches.

Mi pobre coche... Mike va a matar a alguien, eso si no lo hago yo antes. ¿Pero quién cojones se cree Alexander Jeix que es? ¿Y por qué narices ha tenido que hacerle eso a mi querido coche? ¿No decía que yo le gustaba y eso? ¡Pues que se hubiese llevado mi coche y no le hubiese hecho nada! Ahora mismo le odio con toda mi alma, y ni con ocho días de no salir de la cama en ningún momento se me iba a pasar.

-¡ALEXANDER! ¡ÚLTIMO AVISO! - esta vez le doy de patadas a la puerta, manchando del barro de mis Converse la blanca y pulida puerta. 

- ¡Lena para! - escucho una voz detrás mía y aporreo todavía más fuerte la puerta - La puerta no tiene la culpa de lo que ha hecho mi hermano - Adam pone una mano en mi hombro y, por acto reflejo, la cojo y retuerzo hasta que la pongo en la espalda del chico, quien comienza a quejarse tanto sonora como visiblemente.

- Lo siento... - le suelto y veo como se frota la mano - No está fracturada, rota y tampoco tienes un esguince - digo cuando veo como se examina la muñeca repetidas veces - ¿Sabes dónde está tu hermano? - cierro las manos hasta convertirlas en puños - Porque voy a matarle. Vas a tener más herencia gracias a mí.

- Le he llamado para saber dónde estaba, y lo único que podía escuchar era ruido... Mucho... - sigue frotándose la mano - ¿De verdad no me has hecho ningún esguince? Porque duele a rabiar.

- Que no, pesado... - le miro y veo como no deja de mirarse la muñeca - ¿Tienes vendas en casa? - refunfuño y él levanta la mirada para verme - ¿Qué? 

- ¿Vendas? - asiento - ¿Para qué? ¿Vas a momificar a mi hermano?

- Sería una buena idea... ¿Sabes que a las momias les sacaban el cerebro por la nariz con un gancho? - Adam pone una mueca de asco que me saca una leve sonrisa - Pero no. Sé que no tienes ningún esguince o rotura, pero si te quedas más tranquilo, te vendaré la mano para que no lo pienses más.

- ¡Ah! - el castaño sonríe - Pues sí tengo vendas entonces - abre la puerta de la casa rápidamente y me señala la puerta del baño de la planta de abajo - Ahí tiene que haber algo - cuando entramos señala un botiquín y lo abre con la mano "buena", sacando una venda blanca nuevecita - ¿Te vale? - asiento - Pues toda tuyo.

Comienzo a vendarle la muñeca rápidamente. Estoy tan acostumbrada a lesionarme la muñeca o a que lo hagan Kennedy y Miller, que podría tener la carrera de enfermería sin haber estudiado. Acaricio la venda mientras la coloco alrededor de su muñeca y, en menos de cinco minutos, tiene la muñeca completa y firmemente vendada.

- Listo - levanto la vista y veo a Adam sonriente - ¿Qué? ¿Tengo algún hilo enrredado en el pelo?

- No, no... - sonríe y niega con la cabeza - Es que te has concentrado mucho - suelta una carcajada - Y que creo saber dónde se encuentra mi hermano.

- ¿Ah sí? - enarco una ceja y él asiente efusivamente - ¿Y me vas a decir dónde está tu hermano?

- No - sonríe más ampliamente que antes y frunzo el ceño - Quiero algo a cambio.

- ¡Oh no! - niego efusivamente con la cabeza - No voy a darte ningún beso, ni a acostarme contigo, ni nada que tenga que ver con esos temas - digo rápidamente y, nada más callarme, Adam comienza a reír como pocas veces le he visto - ¿Qué te pasa a ti ahora?

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2014 ⏰

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