Cinco.

343 27 4
                                    

- Señorita Evans... - levanto la cabeza cuando el profesor de Literatura me mira - ¿Podría decirme cuatro obras de cada estilo que cultivó William Shakespeare? 

- Por supuesto - digo rápidamente y puedo escuchar una leve risa del principio de la clase - Tú te callas, Leony.

- A ver cuantas te sabes - responde la "chica lista" de clase y Ryan suelta una carcajada.

Odio que la gente piense que soy idiota. Y todavía odio más a Leony Caddler. La típica chica que no puede ser más mojigata porque no va vestida de negro y blanco, pero que saca dieces incluso sin despeinarse. 

- Bueno, señorita Evans... Proceda si no quiere tener un cero en mi asignatura - dice el profesor y bufo.

- En tragedia, Romeo y Julieta, Hamlet, Macbeth y Otelo, por ejemplo - comienzo a decir -  En comedia, La Fierecilla Domada, La Tempestad, El sueño de una noche de verano y El Mercader de Venecia. Y, por último, dentro de los dramas históricos... ¿Tengo que recitar todas las partes de los diferentes Enriques que hizo o con decirle Enrique cuarto, quinto, sexto y octavo le vale?  

Toda la clase se ha girado a verme cuando he soltado las obras de Shakespeare. Incluso puedo ver a más de uno y de dos con la boca abierta y los ojos como búhos. Qué bien sienta que te pregunten sobre tu autor favorito. Porque sí, leo. Es una de mis pocas aficiones sanas.

Me encanta leer. Desde que era muy pequeña, mi abuela me regaló la versión para niños de Romeo y Julieta y Drácula de Bram Stoker y comencé a leer desde ese día. Me tiraba las horas muertas leyendo y todos las horas libres que tenía las aprovechaba leyendo uno de los libros que cogía de la biblioteca o que mi abuela me regalaba cada vez que iba a verla.

- Muy bien señorita Evans... - miro con una sonrisa a mi profesor - He de decir que me ha sorprendido bastante su respuesta... Tiene un diez en el día de hoy.

- Gracias, gracias - hago una leve reverencia y sonrío victoriosa a Leony cuando me ve.

- No pensaba que fueses tan lista, pequeña Lena - Ryan me susurra y me giro para verle mientras el profesor comienza a copiar algunos de los ejercicios que tenemos que hacer para esta semana.

- Ni tú ni nadie, por lo que parece - sonrío de lado - Pero ya ves - me encojo de hombros.

- Escondes a una pequeña Einstein con gafa-pasta debajo de esa fachada de tía buenorra ¿o qué? - dice y no puedo evitar soltar una pequeña risa.

- No intentes ligar conmigo, Ryan.

- ¿Y quién te ha dicho que no lo he hecho ya?

- Ese botón de tu camisa - señalo el botón que se ha desabrochado antes de comenzar a hablar conmigo - Lo tenías abrochado cuando hemos entrado a clase.

- ¿Y si tengo calor?

- No creo que sea por eso - sonrío y me vuelvo a girar.

- Buno, chicos- el profesor comienza a hablar - Para avanzar un poco con el temario, vais a tener que hacer un trabajo en pareja...

Dejo de hacer caso al profesor cuando ha dicho "Trabajo en Pareja". Ahora pasará como en las miles de historias que he leído, y las miles de películas que he visto. Y hay dos opciones. La primera, que me toque hacer el trabajo con Ryan. La segunda, que me toque hacer el trabajo con Leony y al final acabemos haciéndonos amigas. 

Odio los trabajos en equipo... ¡¿Por qué tienen que existir?! Con lo a gusto que estoy yo haciendo un trabajo yo sola, por mi cuenta... Malditos trabajos.

- ¿Podremos elegir a nuestros compañeros? - pregunta Ryan y me guiña un ojo descaradamente. Ni loca haría un trabajo contigo, Ryan...

- No. Los elegiré yo - ¿Veis? Lo que os decía... Me tocará con Leony... - Lena Evans - ¡Toma ya! ¡La primera en la frente! - Adam Jeix - el murmullo de la clase se hace más audible.

Get yourself a bad boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora