Volvimos al bosque, esta vez con carpas, ropa de cambio y comidas. Seungmin, HyunJin, la anciana, MinHo y yo sentados frente a una bailarina fogata. Las estrellas nos iluminaban la noche y la luna (no en su completa definición) hacia lo mejor que podía con su reflejo de luz.
-¿y... Ahora que? -habló un Seungmin con lasborejas bajas envuelto en una sabana polar. HyunJin solo le daba suaves mimos en su cabello como muestra de calor.
-Ya aprendió a hablar con su lobo... ¿qué tan bueno eres cuidando a JiSung?-.
-¿Disculpa? -Un MinHo descorcertado se hizo presente.
-Ah me toca -HunJin se levantó del suelo y me tomó por los hombros hasta cargarme como saco de papas-¿Sabes, gatito? Hace dos días que salí del celo pero... Tal vez quede algo para tí-.
Un apretón en mi tracero fue lo que hizo a mi omega reaccionar con temor y sumisión. MinHo se levantó echando humos, mas HyunJin no sé inmutó, solo me bajó un poco para que yo enrollara mis piernas en su cintura.
-Lo siento-un suave susurro salió de los labios de HyunJin para luego simular penetraciones mientras dejaba lamidas en la marca que había echo mi amo.
-Hyun-hyunjin -gemi con los ojos llorosos, a mi omega no le gustaba este alfa, le gusta Minho, el alfa de MinHo-por... porfavor no-.
-suéltalo -la voz de mando de MinHo me hizo bajar las orejas y levantar el cuello pero eso creó que HyunJin tuviera más espacio para dejar chupetones, dejó que el pene de HyunJin se erectara.
-no-no... -un gruñido salió de lo más profundo de la garganta de HyunJin cuando la mano de MinHo lo alejó de mi haciendo que yo cayera de culo.
-es mío -un golpe seco calló sobre el pómulo de MinHo.
Ayer fue visión, hoy fue tacto.
Una pelea fue creándose entre los dos alfas. Perro contra lobo. Ambos con los pómulos rojos de los golpes,rasguños, mordiscos.
La anciana había tomado mi mano y apretado mi cuello para que las glándulas de olor se activaran comenzando a exparcirlo por el ambiente.
Olfato.
Comencé a soltar maullidos lastimeros para llamar la atención de MinHo, utilicé la pequeña coneccion que teníamos para llamar a su lobo. Quería que me sintiera, que me defendiera.
A lo lejos podía ver entre sus hebras unos pequeños triángulos salir de su cabeza.
-Sus orejas...-hablé asombrado-¡El tiene orejas!-.
Una gran mordida en el brazo hizo caer a MinHo. Hacía sonidos como cuando lastiman a un perro, era lloriqueos y gruñidos.
Comenzó a moverse con desesperación en el suelo hasta que...
-omega - se arrodilló como pudo para luego mirarme. Un ojo morado, un labio partido, mordidas en su brazos, ropa rasgada, pero lo que más llamaron mi atención fueron una relucientes y negras orejas. Sus orejas de lobo habían salido.
- él... tiene orejas- susurré acercándome -amo, tienes... -.
-Él te defendió, te defendió como a su pareja, como a su compañero. Ahora su lobo y él se volvieron uno por unos minutos, ellos querían protegerte. Es por eso, que se creó un cambio en MinHo. Aúnque lo que me preocupa es que no tenga cola. -susurró lo ultimo la anciana mirando al cielo.
-quiero estár solo con mi omega -.
Todos lo miraron, para luego marcharse dejandome solo con MinHo.
-¿Amo?... -Minho no respondió, sólo me lanzó al suelo comenzado a olfatearme.
-¿Alguna vez te dije que amo el olor a vainilla? -y para él, yo había vuelto a cambiar de aroma -tienes marcas -.
HyunJin se había pasado, ese perro había mordido sobre mi marca, el había intentado marcarme.
-Eres mío-gruñó MinHo moviendo su pelvis contra la mía.
Los grillos comenzaron a crear una canción única, las luciérnagas comenzaban a volar como si fueran a bailar, y el sonido de río cerca de donde estábamos hacía presencia.
-Tuyo.. -estire mi cuello mostrándome sumiso. Un fuerte dolor llegó a mi cuello para luego transformarse en un comodo calor en esa zona. MinHo había enterrado sus colmillos en mí mientras seguía moviendo su pelvis contra la mía -tuyo... Alfa-.
Se estaba volviendo un híbrido.
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