T h a t ' s A l l Y o u r F a u l t.

Plan A.

_._

002
_._

Sonó la campana;

Fin de mi martirio, pensó Urie.

Salió corriendo a su casillero como alma que lleva el diablo, sin saber que detrás de él, vendría Ryan.

Necesitaba las pastillas para controlar sus crisis, sentía que se iría de nuevo.

Sin duda, estaba bajo demasiada presión. Esto no puede estar pasando, mierda.

No sentía sus piernas, se caería en cualquier momento.

No si Ryan podía impedirlo. Ay, que gay es la escena, Dios.

Todos ya sabemos que pasó; Ross lo atrapó, y le vertió una pastilla en la boca.

El desgraciado lo conocía demasiado.

Compró un frasco de las preciadas pastillas, desde que sabe de sus crisis, claro, las cuales siempre lleva con él.

-Brendon, en serio hay que hablar.- Ryan lo miraba serio, el azabache odiaba demasiado esa mirada, le tenía tirria.-Tenemos hasta las tres, es horario de almuerzo.

-C-claro Ryan.

El susodicho ayudó a Brendon a sentarse en un banquito, sabía que en esas condiciones no podía caminar.

-Veamos, ¿Qué puede tener estresado a Brendon Urie?- Ryan sacó los labios, siempre lo hacía al pensar, el azabache amaba ese gesto del castaño.- ¿Son los exámenes finales?- Brendon negó con un movimiento de cabeza.-¿Familia?- el menor volvió a negar.

-No es nada de eso.

Eres tú, tú preciosa cara me trae como un demente. Pensó en decirle el azabache.

-¡Bum! Ya sé que puede ser.- Ryan sonrió maliciosamente.

No.

-Tú.

No, maldita sea no.

-Estas.

No ahora por favor.

-Jodidamente.

Dios si es que estas ahí riéndote de mí, ayúdame.

-Enamorado.

Mi fin está cerca, oigo a la muerte detrás de mí. Volvió a pensar el azabache.

-Brenny, tus mentiras no duran nada.- Ross rió porque al parecer había dado en el clavo.

¡Por Alesteir Crowley! Dios, apóyame en esto, nunca pido nada.

-Esta bien, está bien, lo estoy, ¿Feliz?- Brendon lo miraba con su cara de orto de siempre.

-Apuesto lo que quieras que se quién es.

Oh, no, no, no, no, no, no. Me voy a suicidar en cuánto pueda pararme.

-Brendon Boyd Urie, está enamorado de...- El susodicho cerró los ojos con miedo.

Brendon Urie es la única persona que está enamorada desde hace mucho tiempo, se entera ahora, y ya están por descubrirlo.

-Joshua William Dun.

Qué. Pensó el acusado, no sé si reír o llorar.

Al parecer, no era muy obvio.

-El mago lo hizo otra vez. ¡Bum!

-Ay Ryan, te odio por siempre saber qué y cuándo pasa.