The mistery of the stars [ StarkQuill Drabbles ]

Let's Play [ Parte uno ]

Nota: Escribí ésto para animarme un poco, también para no olvidarme tanto y porque quería ver a Tony del otro lado de esa misma situación de "triángulo amoroso".

Tony tenía que admitir un par de cosas; la primera, Peter Quill no era la persona más inteligente de la galaxia; la segunda, sentía que eso, sorprendentemente, le atraía.

Cuándo se dió cuenta de lo segundo, entró en negación. Era lindo, adorable y tonto; tenía un gusto por la música único, una sonrisa que te hacía corresponderle y... Una novia que podía asesinarte con sus propias manos.

Siempre ha sido observador, pero desde que conoció a Quill y Gamora, nunca tuvo sospechas de una relación. Normalmente, los novios se tomaban de la mano, besaban, platicaban o dormían juntos; pero ellos no tenían ese tipo de costumbres. Fue hasta que Peter le dijo a Gamora que la quería y comprendió que no era sólo como una amiga; Rocket le confirmó esa relación. Se veía que el mapache no entendía muy bien lo que era una relación porque él lo veía "normal".

—Cuando llegaste aún no eran 'algo', fue hace poco. Peter no dejaba de quitarle esos ojitos de cabra...

—¿De cabra?

—Sí, eso dice él cuando alguien te da una mirada parecida a ésta.

Rocket hizo una cara donde agrandó sus ojos y lograban mostrarse un tanto brillosos, luego hizo un puchero para acompañar dicha dramatización y Tony soltó una risa.

—Ojitos de borrego, por tierno y lindo...

Rocket arqueó su ceja ante lo dicho por Tony.

—¿Sigues hablando del borrego, Stark?

Tal vez, fue en ese momento que el ingeniero se dio cuenta que, sin querer, se estaba encariñando de Quill, de las noches de pizza, las de películas, viajar por el espacio, de la tranquilidad que sin querer le estaba brindando la compañía del líder de los Guardianes.

Bien Stark, estás metiendo la pata otra vez.

•••

Tony trató de dejar a un lado todos los pensamientos que atacaban su mente. ¿Para qué desgastarse en algo donde sabía que no obtendría lo que quería?
Tal vez, Peter ni siquiera le gustaba. No por el simple hecho de que le escuchaba cuando hacía comentarios sobre las mejoras de su armadura o porque hubo un par de veces que se presentó cuando tenía pesadillas, significaba que Quill sientiera algo por él.

“Está enamorado de Gamora”

Y estaba bien, el chico del espacio era feliz, estaba bien.

El ingeniero poco a poco fue alejándose de Peter. Podía estar con todo el equipo, bebían, cantaban en el karaoke, pero cuando Quill le pedía un dueto, se negaba. Sin querer, trataba de deshacerse de esos pequeños momentos donde la pasaban solos mirando películas o escuchando música y hablando de ésta por horas. Peter se daba cuenta de que la rutina ya no era igual, incluso, de que Tony comenzaba a llevar sus pertenencias de vuelta a la Tierra; de forma tan silenciosa, que nadie lo había notado.

¿Qué había hecho mal el equipo para que Tony quisiera volver a casa? ¿De quién era la culpa? ¿Se había peleado con Rocket? ¿Con alguien más? ¿Qué le había molestado exactamente?
Las preguntas de Peter no fueron respondidas, pero si interrumpidas por Gamora que ahora tocaba su hombro y le mostraba una botella de cerveza vacía.

—¿Quieres jugar?

—Uh, sí, sí...

Peter caminó con la hija de Thanos al almacén de la nave donde ya todos estaban sentados en un círculo, Tony estaba ahí. Se sonrieron y Quill tomó asiento frente a él.

La botella comenzó a hacer su trabajo, los retos tontos también. Rocket obligó a Drax usar un bóxer de Quill en la cara; Groot pidió a Gamora que colocara un moño en Rocket y Peter obligó a Rocket que dijera la verdad de ser un mapache. Las rosas del equipo en general estaban, era hacer el ridículo sin ser señalado; era un juego que quedaba como un secreto entre ellos.

La botella fue girada ahora por Gamora, señalando a Peter y sonrió de lado. Todos soltaron una risa, sabían que Gamora lograba ser cruel en esos retos; Quill apretó sus dientes en una sonrisa, no estaba seguro de cuál sería su reto.

—Ya todos hicimos algo a alguien, así que...

La experta en la espada, miró a Peter y al final, señaló a Stark. El moreno arqueó su ceja y no pudo evitar soltar un suspiro.

—Peter, te reto a que beses a Stark...

Las risas de Drax y Rocket aumentaron ante tal orden.

Tony dejó de sonreír y ahora se mostraba preocupado.
Era sólo un juego, sí, pero detrás de ello... Había algo de verdad de su parte. Peter le gustaba, y que le besara no sabía si sería algo bueno o malo.
Primeramente, tenían que lograr sacar a Quill de ese trance donde sólo miraba al frente algo serio.

—Ah, ¿Es verdad?

Gamora asintió con la cabeza y Quill miró al fin a Tony.
¿Por qué había colocado ese reto?

—No lo hará...

Dijo Rocket burlón haciendo que el guardián comenzara a gatear un poco hacía Tony. Se mostraba tan decisivo, que el ingeniero no pudo evitar pasar saliva.
Logró Peter gatear hasta estar frente a Stark. Sus rostros estaban demasiado cerca, Tony no parpadeaba ni quitaba la mirada de los ojos verdes de Peter.

Tenía que ser todo eso una broma, una de mal gusto.
Tony Stark no estaba para esas tonterías, no.
¿Y si Gamora sabía algo y... Por eso ahora se burlaba de él?

—Cierra los ojos

Pidió Peter haciendo que él con una sonrisa tomara sus mejillas e hiciera lo pedido.
Las risas cesaron, el momento se volvía algo bizarro, pero no incómodo para los demás guardianes.

—Siento si la barba te pica

Comentó Tony antes de escuchar la risa de Peter y sentir como los labios del guardián rozaban con los suyos y al final, un beso se hacía presente.
Era lento, como si por unos segundos, fueran un par de amigos adolescentes que descubrían que eran un beso. Los labios de ambos se conocían, intercambiaban sabor de licores y tal vez dejaban a la luz uno que otro sentimiento.

Peter pudo besarlo de una forma rápida, sin necesidad de esos gestos cariñosos o de los dos sonreírse cuando se separaron.

—Eso fue... Asqueroso

Dijo Rocket que tapaba los ojos del pequeño árbol.
Tony soltó una risa y miró a Peter.

—No estuvo mal...

—Creo que me mordiste de más, Stark

Siguieron riendo, de una forma que hizo que no se dieran cuenta que Gamora, se había ya marchado de la habitación.