Otra vez ella se encontraba vomitando. Hitoshi sostenía su largo cabello rubio mientras las arcadas llegaban cada vez más rápido. Dolor sentía la chica y él lo sabía muy bien.
Las arcadas se detuvieron y aún así el continuaba sosteniendo su cabello y acariciando su espalda mientras permanecían en el piso del baño junto al inodoro.
— ¿Como te sientes?
— Horrible. — murmuró la rubia en un hilo de voz, le dolía el pecho y garganta sin contar que aún tenía ganas de vomitar.
Con ayuda de su marido se colocó de pie y caminó a la cama, con respiraciones lentas trató de volver a dormir pero fue inútil ya que las nauseas la hicieron correr al baño nuevamente, más fuerte que antes y con más dolor, lágrimas escapaban de sus ojos y su garganta ardía con cada arcada.
— Te prepararé sopa. — avisó el de pelo violeta, ver a su amada en esas condiciones hacia que su corazón se estrujara.
— No... — lo sostuvo de la muñeca antes de que se pusiera de pie — no me dejes sola, quédate aquí por favor.
Hitoshi suspiró viendo aquellos ojos celestes, no podía negarle nada a esa mirada de gatita así que se quedó junto a ella. Acariciando su espalda y sosteniendo su cabeza por un par de horas más, 4:23 marcaba el reloj que se divisaba sobre la mesita junto a la cama, se podía ver desde el baño donde ambos se encontraban aún en el suelo.
La rubia sobre el pecho se Hitoshi por fin se había quedado dormida, las nauseas cesaron y de esa forma le permitió dormir. Con cuidado se movió y la sostuvo en brazos para así llevarla a la cama donde descansaría mejor, se acomodó junto a ella y el también se permitió descansar.
Despertaron luego de medio día, podían hacerlo pues por fin era su semana libre, no misiones, no salvar a nadie, solo ellos dos. Ella cocinaba mientras el de pelo morado disfrutaba la vista.
— ¿Segura que estás bien? Deberías tomarte otro vaso de agua para la deshidratación.
— Amor, estoy bien. He estado trabajando de más y sabes que eso suele pasar cuando me sobre esfuerzo.
El se quedó callado, sabía que cuando ella utilizaba su particularidad varías veces podía debilitarse y terminar vomitando, pero siempre se cuidaba y nunca se ponía en ese estado. Salió de sus pensamientos cuando la rubia volvió a salir corriendo, la siguió y encontró con la cabeza en el inodoro.
Tomó su cabello para que no molestara.
— Que asco.
— No estas bien, deberíamos ir al médico. — sugirió.
— No es necesario.
Ella se colocó de pie y cayó desmayada.
Ya en el hospital ambos explicaron sus síntomas y le hicieron todo tipo de análisis, era una heroina reconocida y había que descartar absolutamente todo. El doctor entró con un sobre en la mano.
— Señor y Señora Shinso a partir de ahora deben de ser cuidadosos en su trabajo, si es posible debería tomarse un descanso. — empezó diciendo el hombre y el agarre de la chica se hacía más fuerte, Hitoshi estaba aterrado pero no iba a mostrarlo, debía ser fuerte.
— Sin rodeos, por favor diga lo que tengo.
Pasaron los segundos más aterradores de la vida de ambos mientras el doctor no hablaba.
— Usted está embarazada.
N/a
Aquí el prólogo. Se que se supone que yo iba a tomar un descanso (y lo haré) pero no podía aguantar y publicar esta idea que tiene mucho en mi mente.
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Paternidad - Hitoshi Shinsou
FanfictionA veces la vida es difícil y eso que debería hacerte "especial" te vuelve temido, te retiene en lugar de impulsarte. Pero eso nunca detuvo a Shinsou Hitoshi y supera todo el rechazo, miedo y adversidad que llegó junto a su particularidad, cumple su...