–¡Felicidades a los dos van a hacer papas!. –Dije con sarcasmo.
–Gracias. –Respondieron los dos al mismo tiempo.
Mi mamá y Fabián los felicitaron también después, Amado y Lina salieron no se a donde solo se que eso me llenaba de rabia al verlo junto a ella no puedo volver a caer en la misma tentación tengo que sacarlo de mi mente subí a mi habitación y me encontré con sabrina que se estaba maquillando con mis maquillajes estaba muy bonita.
–¡Que linda estas Amiga! ¿Para donde es la fiesta? –Le pregunte.
–Mi hermano regresa hoy de París... Y iré a buscarlo. –Me respondió.
–¿Tu mamá también regresa? –Pregunte.
–¡Ojala que no! –Exclamo la entendía su mamá era un poco exagerada y estricta. Yo solo reí. Y me senté en él borde de mi cama, y varios recuerdos de la noche que pasé con Amado llegaron a mi mente y sin darme cuenta estaba mordiendo mi labio inferior.
–Altagracia. –Grito sabrina sacando me de mis pensamientos.
–¿Que pasa? –Pregunte.
Sabrina rodó los ojos. –Vistete para que me acompañes a buscar a mi hermano.
–OK dame 20 minutos y ya estoy lista. –Dije y sabrina solo asintió y salio de mi habitación.
Yo comencé a buscar lo que me iba a poner y no encontraba nada que ponerme solo me quedaban 5 minutos y yo no estaba lista al final opte por ponerme un vestido a azul corto con un gran escote con unos tacones negros y mi pelo suelo cogí mi bolso y salí de la habitación y bajé y mi a sabrina que caminaba de un lado para otro impaciente.
–Y eso que eran 20 minutos solamente y ya han pasado como 40. –Dijo con ironía.
–Ay que exagerada eres pendeja solo fueron 5 minutos de mas no encontraba que ponerme. –Dije esto y sabrina soltó una carcajada.
–Con tanta ropa que tenés eres él final Altagracia. –Volvió a reír.
–Mejor vámonos. –Dije.
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–Hermanita. –Se escuchó.
Sabrina se volteó y corrió a abrazar a su hermano después de unos minutos se acercaron a donde yo estaba.
–Tú eres Al...
–Altagracia Sandoval. –Lo interrumpí.
–Un placer conocerte. –Dijo y dejó un cálido beso en mi mano.
–Hellouu estoy aquí. –Dijo sabrina. Yo solo reí.
–Que les parece si vamos a comer algo, pero primero tengo que llevar estas maletas.
–Quedate en mi casa, que yo me estoy quedando en casa de Alta. –Dijo sabrina.
Él solo asintió llamamos un taxi y llegamos al departamento de sabrina él se cambio por una ropa mas cómoda y luego nos dirigimos a un restaurante muy lujoso. Una mesera y nos dio un menú a cada uno. Y los tres optamos por lasaña.
Un silencio para nada incómodo se hizo presente la mesera nos trajo nuestros platos y comenzamos a comer en silencio.
–Altagracia ¿Cuantos años tienes? –Pregunto mirándome.
–El mes que viene cumplo 22. –Dije y le dedique una cálida sonrisa no voy a negar que Alex era muy guapo y atractivo.
–Y que piensas hacer para tu cumpleaños? –Me preguntó.
–No lo se. –Dije y me encogí de los hombros. Mire mi celular eran las 5 pm quería llegar a mi casa.
–Bueno nos vemos otro día. –Dije.
–No te gustaría ir con nosotros. –Dijo parándose.
–No disfruten ustedes hasta luego Alex. –Le dije
Y comencé a caminar para salir del restaurante mi paso era constante llame a un taxi ya que no había venido en mi auto luego de unos minutos mas ya estaba al frente de mi casa le pague al taxi y me baje y silenciosamente entre unas voces provenientes de la cocina se escucho me acerque mas a la cocina para escuchar mejor.
–“Me estas engañando con esa mocosa... –Dijo mi madre? No lo podía creer mi papá es un imbécil.
–Las cosas no son como parecen... –Se escucho decir a mi papá.
–Yo no soy no ninguna loca y se muy bien lo que vi hace mucho tiempo lo vengo sospechando, pero ya lo confirmé y lo mejor sera que nos divorciemos. –Dijo mi mamá.
–No te quiero perder melissa. –Dijo mi papá.
–Eso debiste pensarlo antes ya no hay nada mas que hablar y te quiero fuera de mi casa”. –Dijo mi mamá y salio de la cocina y me escondí para que no se diera cuenta que yo estaba escuchando.
Subí las escaleras para irme a mi habitación pero escuché unos sollozos eran de mi mamá decidí entrar sin tocar.
–Altagracia. –Menciono con la voz entrecortada.
–No digas nada mamá solo desahogate yo lo escuche todo... –Dije esto y mi mamá se apoyo en mi hombro y dejo caer sus lágrimas nunca hubiera visto a mi mamá llorar odio a mi papá por hacerle esto a mi mamá. La abracé con mas fuerza hasta que mi mamá entre lágrimas se quedo dormida. La arrope y salí de su habitación y entre a la mía sentí como alguien me tapó la boca.
–No grites Altagracia. –Susurro Amado a mi oído.
Bruscamente me zafe de su agarre.
–Casi me matas de un susto imbécil. –Le dije molesta.
–Perdón, pero necesitaba hablar contiguo.
–No tenemos nada que hablar Amado. –Dije cortante.
–Mírame mi amor.
–No me digas mi amor eres un maldito estúpido. –Grite.
Él a acerco mas a mi y me beso pasión este no era un beso tranquilo si no todo lo contrario me agarró de la cintura para que no me pudiera escapar al final le correspondí no lo podía evitar esto se estaba convirtiendo en un vicio para mi esta tentación de estar con él. No lo podía evitar aunque se que estaba mal pero no lo podía evitar.
