Los deseos suicidas

102 7 16
                                    

después de un paseo en auto el cual para ella era muy incómodo, ya que sabia que seguiría después, noche tras noche y día tras día, sabia que seguiría.

Mikuo- Miku muy mal muy mal hermana, te tardaste 10 minutos en salir sabes...

-Esta solo lo miraba y su mirada era de temor y angustia acompañado de nerviosismos.

Mikuo- es una pena que tengas que lidiar con el problema de que nadie te quiera, sabes hoy me toco trabajar sistemas y estoy muy y muy estresado y mi jefe me regañó también y que mejor forma de desquitarse con su saco de boxeo hehe.

Aquella chica se sintió mas incomoda y con mas miedo que de costumbres l, ella no era tonta, le decía a su padre que su hermano la golpeaba, pero el no le creía y aparte el era un hijo muy prodigio, y claro ya al estar en un buen trabajo y ayudar a la casa, lo defendían mas a el y el muy maldito sin duda era listo, ya que sus golpes no dejaban por razón alguna, moretones, justo al bajar la chica se bajo rápido y camino rápido a su casa.

-Justo al momento de tocar, esta sintió como esa misma persona jalo de forma brusca una coleta acuamarin suya, esta se quedo quieta y se preparaba para un golpe, sin embargo este no llego, el chico la volteo y la miro molesto pero con una sonrisa dibujada en su rostro.

Mikuo- espero y no habrás la boca como la otra vez, o sera peor....¿entendiste?

-Esta asintió y aquel otro la dejo, al abrir la puerta se encontraron con su padre descansando en un espacioso sillón citó en mano portando un periódico y una raza de , aquel hombre los miro y en menos de 5 segundos este comenzó abrazarlos muy fuerte a los dos.

La otaku y La fresa MikuxLuka (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora