Mentira

16 0 0
                                    

Cuál es la justificación de un escritor para dejar sus pensamientos en un papel. Existirá una razón, un sentimiento, una esperanza o es solo el morbo por saber que alguien más conocerá sus más profundas fantasías y emociones. Quizá sea una mentira disfrazada en alegorías pictóricas que buscan confundir al mundo, a la vez que dan tranquilidad al alma de quien escribe.

Tratando de encontrar mi verdad para empezar de nuevo, hallé que la razón eres tú. Un hecho que permite mostrar una parte de mí que no conocía y que va más allá de una plática o una expresión melómana. Una razón para entender todo lo que hago...y la razón eres tú.

Iba aquel por un sendero melancólico buscando la vereda hacia la alegría cuando pudo notar que el sentimiento estaba atado al flagelo de un corazón que no olvida. Es una debilidad dominada por una moralidad tóxica. Se dice para sí mismo – haz lo que quieras mientras puedas – . La debilidad lo somete dado que está descrita por una tentación adictiva. Es un trabajo mental que trata de discernir las expectativas en su mente encontrando que aquel ser a quien anhela realmente lo corresponde, teniendo muy en claro que ella lo quiere más de lo que lo odia todo el tiempo, comprobando con su mirada que aún es de él en cada encuentro, aun cuando sus ojos profundos demuestran timidez. Y como la vida es más grande, mucho más grande, la observa cuando caen las ropas que delinean su cuerpo tal como lo hace el agua en el acantilado. En un impulso perfecto se alinean, la besa, la observa. Ella tiene el pelo recogido tal como a él le gusta, y puede ver en el piso ese vestido verde que tantas pasiones le despiertan. La acuesta en su cama y la besa despacio pero con profundidad sintiendo como arquea sus vértebras al paso de su boca. Es un momento donde el tiempo se detiene... siente calor, electricidad, la fuerza del mar y la tranquilidad de la luna que alumbra por la ventana. Siente su respiración, el susurro de su voz, el eco de su pasión cuando es devorada literalmente por ese hombre que tanto la desea. Termina sudoroso, cansado, excitado, sin aliento, para darse cuenta de que estaba soñando, comprobando esa mentira atrevida, una mentira divina que lo llevó a sentir aquel hecho como real. Todo llega a su fin como el río desemboca en el mar. Siente sed en su boca pero no hay agua que pueda terminar con aquella necesidad. Y pasa el día como regularmente es, esperando en su oficina la señal, el saludo, el respeto sin poder demostrarle cuando se vean para la hora del café, el huracán que invade su alma...

Literinge

Océanos ParalelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora