Respiración

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El héroe felino corría por los tejados de París, con su báculo en una mano y su respiración agitada.

Necesitaba tomar distancia, aire y pensar en una estrategia.

El gran esgrimista Adrien Agreste, usando los poderes de Chat noir y aún así teniendo que huir para pensar en algo.

El felino se ocultó detrás de una chimenea, mientras se ponía de colillas.

Primero lo primero, debía relajar su respiración agitada.

-¿Huyendo gatito?

Oyó la voz de su contrincante y se puso en guardia, tras dar un salto de unos metros.

Su oponente sólo tenía un palo de escoba que encontró tirado y aún así lo estaba intimidando.

-¡Ah!

La heroína motadas saltó hacía él a una gran velocidad, levantando ése palo, dispuesta a golpear al héroe.

Chat noir con sus grandes reflejos, se protegió con su bastón y miró el estómago descubierto de la azabache.

Al fin, una abertura.

El héroe estiró su pierna izquierda para darle una patada en el estómago y pasé a que la ojiazul estaba en pleno saltó, hizo usó de su gran flexibilidad y agilidad, para dar un giro hacía un costado, evitando la patada.

¡Éso no se valía!

¡¿Desde cuando Ladybug era tan buena?!

La quería en el equipo de esgrima.

-¡Hiah!

La heroína motada, nuevamente se acercó al chico, castigando con muchos golpes consecutivos con ése palo, haciendo que él apenas y logré defenderse.

Éso no tenía sentido, nadie le debía ganar a él en una disciplina como el esgrima o algo similar.

De los mismos golpes consecutivos, el palo de escoba se partió en dos.

"¡Ja!"

Ése era el momento de él para atacar.

Era jugar sucio contra su amada Ladybug, pero quería la victoria.

-¡Me toca!

Extendió su bastón a un lado, para luego impulsarlo de punta hacía la chica.

-Je.

Una sonrisa presumida se asomó por los labios de Ladybug, la cual de un rápido movimiento, se defendió con la mietad de ése palo mientras que con su yoyo, atrapaba la otra mitad en el aire, para agarrarlo y acercar ésa peligrosa parte cortada al cuello de su compañero de batalla que palidecio.

-Yo ganó gati...

-¡No, yo ganó por que tu usaste tu yoyo y... ahora tienes dos palos para pelear mientras que yo sólo tengo uno! - gritó el mal perdedor, mientras la azabache sonreía con burla y tiraba los palos a un costado.

-Está bien, tu ganas. - dijo ella, dandole la espalda y moviendo su mano, sin interés.

Chat noir gruño molestó mientras apretaba su bastón con enojó.

Definitivamente, fue su derrota aplastante y Ladybug sólo le decía que ganó para hacerle el gusto.

¡Odiaba ésa actitud madura en ése momento!

Ahora que se daba cuenta, Marinette seguramente habrá seguido practicando a escondidas desde que pelearon.

¿Qué tanto habrá mejorado?

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