XX.

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- ¿Ya terminaste con tu trabajo? - pregunto el alpha - si quieres yo puedo terminar lo que falta ya que te noto ansioso

- No hace falta - lo miro serio - tu ve con tu nueva conquista - siguió con su trabajo

- Ryuichi ¿hasta cuando lo tendrás en ese lugar? - pregunto tomando dos cubos de hielo - sabes que los celos y envidia nacen rápidamente - se sirvió un poco de bocka.

Dejo los papeles y lo miro - ¿Paso algo en el club?

- Las omegas están celosas de el y no creo que sea necesario que lo tengas ahí... - tomó un poco de su trago - sabes que un Omega celoso es muy peligroso... y dejarlo ahí es..

- Veo tu punto pero no creo que lo lastimen mientras sea de mi posición, además de que sólo es uno más... - miro nuevamente sus papeles.

- Haya tú si crees eso, pero luego no me obligues a decir que; te lo dije - con su vaso en mano salió de la oficina del Alpha.

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En el club dentro la habitación roja Akihito estaba atado de pies y manos sobre la cama, el Alpha regordete estaba sobre el penetrandolo con brutalidad, sin compasión mientras sus colmillos se clavan en toda delgada espalda del menor - No más.. porfavor... - pidió llorando y no podia ya ni moverse, la droga aún seguia en su sistema, sus fuerzas se perdieron y mantenía los ojos bien cerrados - pague mucho dinero por esto - le susurro al oído - disfrutare al máximo esto...

Mientras lo penetraba tomo unos juguetes del dueño y empezó a usarlos - eres un hermoso ser, omega. - dijo - tu piel es tan adictiva... no dejaré que otro te tenga - tomo al menor de la cintura y lo puso boca abajo - serás mi perra - sujeto la cintura y empezó a moverse con rapidez, quito la melena del cuello del menor y se acerco a el dándole unas largas lamidas - recibe todo... - y lo mordió mientras se corría, Akihito tenía los brazos cruzados y de no ser por la droga chillaria de dolor.

Fuera de la habitación roja la omega disfrutaba de la música que le brindaba sus oídos, los gemidos de dolor y seguramente el llanto opacado del menor, los gruñidos de ese Alpha empotrando al omega y ese ruido que causaban sus movimientos.

- Quisiera que Asami sama lo viera ahora - su sonrisa era amplia y mordia su dedo índice - esto parece una película porno... jajaja

La omega escuchaba y reía tan ampliamente que su compañera la escucho.

- Moe, ¿Que haces ahí? Esta lleno el local y nesecito ayuda... los hombres de Lucius Malfoy están esperando compañía - miro con molestia a la omega - El hijo Alpha del señor Lucius se estrena hoy y quiere un harem así que ve por los omegas - ordenó

- No me molestes que estoy disfrutando de mi descanso - cruzó los brazos - deberías respetarme más, ya que muy pronto seré la omega de Asami sama

- Eso no pasará ni en tus mejores sueños - hablo enojada - ya deja de molestar al... - de golpe el aroma a sexo llego a su olfato - ¿que...?

- Asami sama dejo que está poca cosa se acostara con Miyima sama - carcajeo - creo que lo está disfrutando al máximo

- Pero... si Asami sama ubiera permitido esto me lo habría encargado a mi y no a ti - la miro con desconfianza

- Pues como te dije, seré su omega así que mejor respetarme más - se alejó de la habitación roja y fue a cumplir con su deber.

La omega que estaba intranquila se acerco a la habitación y escuchaba lo que ahí dentro pasaba, aunque no era muy audible el menor lloraba y pedía "Basta..", "Sueltame..." sintió tanta pena, después de un largo respiro siguió su camino y trabajaba en el bar, atendía a todos esos Alphas, betas y hasta omegas que tenían mucho poder, pensaba en que ¿como podrían dañar a un niño?, para ella ese joven que estaba dentro la habitación roja siendo violado era un niño que apenas pasaba los dos años de vida, todavía no había vivido su vida y ya estaba siendo violado.

Escapando del Destinó (viewfinder)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora