CAPÍTULO XV

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Al llegar a la empresa me dedico a terminar de firmar algunos documentos y llamo a Dimitri

– Aló Dima ¿cómo estas?

– bien y tú

– bien, gracias a Dios

– me alegro ¿cómo esta Lena?

– Esta bien y mi tía

– esta bien, ahora mismo esta en Londres, en una conferencia de doctores

– ah que bien, quería saber el motivo de tu llamada

– ah si, te llame ayer para decirte que hoy en la noche, el señor Kárpov nos invito a su restaurante italiano a cenar

– ah ya, ahí estaremos

– entonces nos vemos en la noche

–ok, que tengas buen día
– lo mismo digo

- bye - digo al colgar y quitarme la chamarra.

Salgo de mi oficina y camino hasta la de Lena – Buenos días María – digo al mirarla fijamente

– Buenos días señora Kara... yo... yo no he dicho nada – dice nerviosa al bajar la cabeza

– tranquila... ella esta ahí – digo al tocar mi nuca

– si... - dice sin mirarme

– ok... - digo al tocar

– pase – giro la perilla y la hallo revisando algunos papeles

– te han dicho que te ves hermosa con gafas – digo al cerrar la puerta con llave

– mmm... no, eres la primera – dice al quitárselas y sonreír

– llame a Dimitri, dice que hoy tenemos una cena con el señor Kárpov – digo al acercarme y sentarme en sus piernas

– que bien, aunque sea podremos "fingir" – dice al colocar sus manos en mi cintura y besarme la nuca

- ¿sabes? Hubo algo que no terminamos – digo al mirarla

Q– ¿ah no? ¿Qué no terminamos? - dice al hacerse la desentendida

– aquel día en mi oficina... no terminamos algo – digo al levantarme

– no recuerdo... haber refréscame la memoria – dice al sonreír con picardía y levantarse

– ok – digo al tirar todo del escritorio y tomarla por la cintura hasta sentarla en el – haré que recuerdes – digo al besarla con ansiedad y separar sus piernas – ya recuerdas... - digo al besar su cuello, mientras una de mis manos se desliza dentro de su falda y acaricia su entrepiernas

– no... - dice al temblar

– ok... - digo al masajear uno de sus senos para luego sacar de forma brusca su saco – aun no recuerdas... - digo al besar su cuello, mientras desabotono su blusa y me saco la playera

– no... - dice al acariciar mi nuca y besarme tan lentamente que al separarse de mis labios tiene que chasquear sus dedos para que salga de aquel trance... de aquel trance de cual ella es culpable

– te amo – digo al tomar su rostro y besarla, la voy a recostando lentamente, mientras ella desabotona mi pantalón e intenta bajarlo

– señora Luthor acaba de llegar el señor Marcos y la señorita Viktoria llamo hace unos minutos para avisar que acaba de llegar de Italia – dice María por el intercomunicador

– ah... esta... esta bien – dice al acariciar mi firme abdomen – dile... dile que me espere un momento – dice al mirarme – el trabajo llama... en otra ocasión será – dice al besar mis labios y abotonar su blusa

Mi odiosa Madrastra | SUPERCORPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora