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Lance abrió la puerta del coche.
Entró y busco entre los bolsillos de su chaqueta su caja de tabaco.
Keith se sentó y se puso el cinturón.
Lance se encendió un cigarro y carraspeó.

-Fumar constipado, no se yo Lance.

-Si estoy bien. Mira. -sorbió por la nariz. Ni rastro de mocos sonoros. Keith suspiró. Le quitó el cigarro y dió una larga calada. Verle cerrar los ojos y soltar el humo lentamente le robó una sonrisa boba a Lance. En cuanto vió los ojos de Keith abrirse cambió el rictus de su cara. La sonrisa se difuminó en una mueca suave y acercó sus dedos al cigarro.
-Trae anda. -colocó el cigarro en sus labios y cogió el humo. Creyó saborear su boca en la boquilla del cigarro.

Y al local que se fueron.
Keith entró con el cubano a su lado.

-Podrías hacerme otro tatu.

-No me hagas decirte que... -Shiro estaba en el mostrador. Keith miró al mayor y tras una pausa, cogió se forma disimulada la mano de Lance. -Hola. -murmuró.

-Hola chicos. -murmuró con una suave sonrisa. Miró al cubano de arriba a abajo,   y Lance tuvo que desviar su mirada. Se sentía intimidado bajo la mirada de ese chico: tan mayor, tan alto y tan ancho. Era muy... intimidante.

-Voy a la salita 1. Si necesitas algo me... - el sonido de la campanita de la puerta sonó. Shiro desvió sus ojos a la figura que había entrado.

-Hola ¿seguimos eso? -la chica asintió. Lance giró su rostro y se encontró un rostro conocido.

- Si. -Allura esbozó una sonrisa suave y dulce. Clavó sus ojos en los azules. Esos ojos... los reconoció al momento. -Hombre Lance. -su voz sonaba amable. El cubano tragó saliva. Abrió la boca pero no le salieron palabras.

-Anda ¿os conocéis? -murmuró Shiro. Ahora Keith estaba al margen de la situación.

-Si, si nos conocemos si... -murmuró de forma melancólica. Con una sonrisa pintada con tiza en el rostro, trató de arrancar a Lance. -¿Como... tú por aquí? -Lance continuaba cogiendo disimulandamente la mano de Keith. Ahora estaba apretando el agarre.

-Ah, no, es que... iba a hacerme un tatuaje. -sonrió. Y Allura le sonrió de vuelta. Esa sonrisa... ¿siempre fue tan bonita? Allura se acercó a la salita que le correspondía.

-Pues... me alegro de verte. -dijo sonriendo. -A ver si hablamos.

- Si. -murmuró de forma suave y algo tristona. Y antes de que ella entrase a su salita, lo hizo él. Keith casi se come la puerta de no ser por que su pie la frenó.
Entró detrás suya y cerró la mencionada.
Keith miró al cubano, que se había sentado de espaldas al chico, en la silla de oficina que tenía.
El coreano se pronunció.

-¿Que ha ocurrido Lance? Tenías cara de idiota. Te faltaba babear. -murmuró. Lance cubrió su cara con sus manos. No hablaba. -Tío te has quedado paralizado. -y escuchó su respiración nasal romperse. -¿Lance? -se acercó y le giró hacia él.
Tenía una mano en uno de sus ojos, tapándolo. Se la quitó. Estaba llorando.
-¿Lance?...

-Es mi ex. -murmuró. Keith frunció su ceño. -Es... joder. -le pegó un puñetazo al respaldo de la silla. Sus dedos se clavaron en el hueso de su frente. -Joder joder... -cerró sus ojos con fuerza. Cogió aire de forma dura. Keith se acercó a él y a su altura, acarició su pómulo. Limpió una de sus lágrimas y consiguió hacer abrir los ojos al cubano.

-Hey, respira y tranquilízate. -Lance suspiró. Keith limpió una de sus lágrimas con su pulgar. Hablando en voz baja, dejó al cubano calmarse. Tras varios segundos de silencio, Lance se levantó de la silla. Keith le miró. Se colocó delante suya. -¿Quieres uno? -Lance asintió una sola vez. Alargó ligeramente sus brazos y rodeó su dime cintura. Si mente le hizo pasar una mala jugada. Creyó que era la de Allura, que su cabello era blanco y que olía a fresa y tenía una personalidad angelical.
Pero no.
Entre sus brazos se encontraba el tio del local de tatuajes, de melena negra como el mismo cielo en la noche tardia, que olía a cenicero y desodorante fuerte y tenía una mala reputación.

Keith besó su sien. Lance cogió aire y se separó lentamente de él. Apreció su rostro: el rostro de mármol de Keith. Tan fino, tan atractivo...

-Lo siento. -susurró.

-Eh, no pasa nada. Es tu ex. Es normal. Además, no tienes que disculparte de nada. -"por que no somos nada", creyó oír después. Keith suspiró y acarició el perfil de su moflete. - No te vengas abajo. Esta noche salimos, pillamos un ciego bueno y quien sabe que nos puede ocurrir. Igual hasta ligas. -murmuró sonriendo suavemente. Lance suspiró. Es que él no quería eso.
Y tal vez Keith tampoco.
El coreano, al no tener una respuesta, suspiró y abrazó al cubano.
Lance tosió en su pecho y cerró sus ojos. Se quedaron un rato abrazados, callados.

Tal vez Keith tampoco quisiese ese fin de fiesta.

Bad Reputation  // Klance AU!Tattoo Artist  [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora