"Día 5"
Algo me da en los ojos, me hace cerrar los ojos con mas fuerza, creo que es una luz, espera… espera, que ya lo he pillado ¡es el sol dándome en la jodida cara! Gruño frustrada. Pero de repente un dolor de cabeza tremendo comienza a golpear mi cabeza, oh dios mío, ¿quien ha mandado a hacer la cruda de esta manera? Y una mierda, duele bastante, tengo ganas de vomitar pero sobretodo tengo hambre… bastante. Algo me intuye que tenía que hacer algo hoy ¿pero el que? ¡Claro, pues ir a clases!
Me levanto de golpe dudando en si me debo quedar en casa o debo asistir a clases, no lo sé, probablemente debería quedarme, pero ya estoy escuchando las palabras de mi madre repiqueteando en mi tímpano
“Te vas a clases ahorita mismo y me da igual si ya es tarde, ¡lárgate!”
Si, amor desparramándose por todas partes con aquellas palabras. Además estoy segura de que mis amigos se burlarían de mi, que no aguanto nada ¡Bah! Ya no me debato mentalmente con esto, tomaré una pastilla e iré directo a clases.
Tomo mi ducha, pero me dan unas tremendas ganas de vomitar tanto que tengo que salir del chorro de agua desnuda e ir al escusado y vomitar como quien no quiere la cosa. ¡Sal veneno, sal de mi cuerpo y deja de joder mi existencia! Comienzo a ser demasiado dramática. Santa mierda. Me giro frustrada y caigo de bruces dándome en el hombro, dios santo que duele mucho. Me levanto mientras río, es rara la vez que caes desnuda en tu baño, menos mal no caí en mi vomito.
Llego a clase con cara de querer matar a todo el que se cruce en mi camino, tal vez por eso mismo nadie se cruza en este mismo. ¡aleluya! Llego al aula y encuentro a mis amigas Pétula tiene la misma cara y Edward esta medio feliz, medio bipolar, medio de todo.
-Bonitas pintas tenemos amiguitos –comento mientras tomo asiento
-Ya se, calla que somos unos adonis –dice divertida Pétula
-Claramente
-Fue la onda la salida de ayer
-Lo sé
La clase comienza y trato de prestar atención pero el dolor de cabeza que me cargo complica un poco las cosas. ¿Qué puede quitar está cruda? Ni idea. Pero en ese momento recuerdo lo más jodidamente imposible, ¿puede que ayer me haya quedado inconsciente o dormida en el pavimento de mi casa enfrente de mi familia? Si lo hice dios imploro que mi castigo con mi madre no sea tan malo. Dios, esto me pasa por excederme en todos los sentidos, conozco mis limites sin embargo los llevo hasta extremos sorprendentes, solo por el hecho de probarme a mí misma que tanto puedo soportar.
-Señorita Velencak ¿puede pasar al pizarrón y escribir un ejemplo? –pide la maestra. Me quemo al menos mil neuronas para captar que se esta dirigiendo a mi. Santa mierda. ¿Qué clase es esta? Solo camine como zombi hasta esta aula y ahora haré la pena más grande si pregunto donde estoy
-Eh… claro… ¿Cómo de que exactamente? –pido de la manera mas sutil para no entrar en pánico
-No estaba usted prestando atención a la clase ¿cierto?
-Claramente no
-¿Por qué?
-Porque traigo una cruda de los mil borrachos –se escuchan unas risas
-Se queda al final de la clase por favor
-Claro maestra –ruedo los ojos. Lo que me faltaba
-Te la has liado con la maestra ¿Por qué has contestado eso? –pregunta Vincent
-Creo que el alcohol ha dañado el filtro de mi cerebro que tengo para ciertas cosas
-Al parecer tienes razón
-Joder si
-Suerte
-No creo necesitarla
-¿Por qué?
-Por los cojones de lucifer, me duele la cabeza no me vengas a petardear la cabeza con tus dudas –masajeo mis cienes
-Vale
-Lo siento
-Descuida
-Vale
Todos los alumnos salen y yo me quedo en el aula, miro a la maestra dudosa y ella hace un asentimiento para que me acerque hasta su escritorio. Lo hago, camino tan lento que la maestra debio haberse dormido al menos hace unos 10 minutos
-¿Las cosas en casa están bien? –pregunta la profesora una vez he llegado
Arqueo una ceja ante su pregunta ¿pero de que carajos va esto? Entiendo que tengo una pinta desagradable, que sea malhumorada en ocasiones, que mi forma de contestar sea la menos agradable y aun así los maestros no hagan más que en ocasiones regañarme. Pero no tolero que se metan en mis asuntos, asuntos personales, laborales, familiares, como sea, no lo permito, porque no les digo a mis amigos toda mi mierda se la vendré contando a la profesora de un momento para otro
-Perfectamente
-Se que a veces los alumnos llegan a tener ciertos problemas, pero no entiendo tu comportamiento… ya van tres clases que te noto muy distraída, estas ida en tu mundo
Y otra que sale con mi mundo, comienzo a creer que si estoy en “mi mundo” es para alejarme precisamente de esto, no tengo intención de dar mas detalles de lo que no le corresponde a nadie, ni siquiera a mi confidente mas cercano. Simplemente creo que a veces uno debe aprender a lidiar con las cosas por si solo, sin tener que meter a la demás gente en su mierda y mancharla.
Además, decirle a esta maestra las situaciones de mi casa estaría de poca, es más estaría flipando de alegría, nótese el sarcasmo. No creo que realmente le interés, como tampoco me interese que trate de darle importancia a la vida problemática de una adolescente más de su clase, al carajo con todo esa hipocresía.
-Si quieres puedes hablar conmigo de vez en cuando, si eso te ayuda a desahogarte –sugiere
-¿Eso es necesario?
-Puede que te ayude a sentirte mejor
-¿Es alguna clase de Psiquiatra o psicólogo retirado? –me mira un tanto perpleja
-Eh… no, solo trato de ayudar
-Escuche profesora Jones, no es que sea o trate de ser ofensiva o piense que es alguna manera que tengo de ser usualmente, simplemente las verdades siempre me van o tal vez mi lengua en algunas situaciones se suelta de más
Ella asiente y cruza sus manos para mirarme mas atenta como si estuviera a punto de darle la ecuación de algebra más complicada. Suspiro. Si… probablemente mi filtro mental esta fallando.
-La situación es que no me interesa ninguna clase de ayuda que usted pueda o este dispuesta a brindarme… por que claramente no la necesito, creo que ya tengo suficiente con mis propios problemas como para tener que lidiar con los que usted tenga o me quiera echar por una “ligera ayuda” espero haya quedado claro, se me ha hecho tarde para mi siguiente clase, que tenga buen día profesora –me despido satisfecha con mis palabras y la boca ligeramente abierta de la profesora ¿cada cuando se deja a un profesor con la palabra en la boca y algo para carcomer su mente? Casi nunca.
Las cosas en mi mente no van bien...
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"Mi depresiva Psicótica"
Fiksi PenggemarAretha Velencak Carter es una joven demasiado extrovertida, ingenua, sin escrúpulos, directa y muy "loca". Si, loca entre comillas porque nos referimos a lo que hace día a día, sus travesuras, sus momentos de risa, sus momentos de lágrimas, de ira...