Parte 7

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¡No olviden visitar mi cuenta de Facebook! Me encuentro como Ara Him y una foto rosita y morada de perfil xD

¡BESOTES!

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Asier corría en su forma animal a lo largo del río, observando cómo a su lado varios salmones hermosos, enormes, jugosos, masticables y llenos de deliciosa carne saltaban gracias a las rocas. Ese era su lugar favorito para pescar, pues la corriente era demasiado intensa como para dejarles el camino fácil a aquellos deliciosos peces y era un lugar con muchas piedras, haciéndoles casi imposible su misión de llegar hasta casi el nacimiento del río, por lo que había mucho qué comer.

Encima de él su padre y su papi lo vigilaban en el vuelo, checando que no hubiese ningún peligro para su hijo.

Hipo observó cómo los arbustos de más adelante se movían con brusquedad, tal vez por el movimiento de varios cuerpos en un reducido espacio.... sonrió.

Asier corría velozmente, pronto llegaría a sus presas, ya saboreaba la adrenalina de la emboscada en su pancita.... claro, no debía olvidarse de su premio de salmones después de su batalla.

Ya casi...

Un poco más....

Un poquito más...

-"BUUUUUUUUUUUUUU"-saltaron cuatro mini dragoncitos de los arbustos.... sin encontrar a nadie frente a ellos.

-"¿No dijeron que ya estaba cerca?"-preguntó desilusionada la Grunckle del grupo, Fresa.

-"¡Ya estaba aquí! ¿Cierto, Diente?"-esta fue Coco, la Nadder.

-"¡Sí, yo lo vi, estaba justo aquí!"-gruñó el pequeño Pesadilla Monstruosa.

Erupción y Explosión rodaron los ojos, fastidiados.

-"Les dijimos que era imposible sorprenderlo, ¡Es Demasiado veloz para nosotros!"-estos fueron los gemelos.

-"Pero es es ser muy pesimista..."-replicó Fresa.

-"Eso es cierto-¡WOW!"-gritó Diente antes de ser jalado de la cola hasta unos arbustos. Los demás, sin poder replicar, también fueron sacados de "La arena de batalla" con facilidad. Asier los apiló a todos en una mini montaña de dragoncitos y se subió sobre ellos con aires de grandeza.

_"¡Ja, ja, ja!"-meneó la cabecita ébano fingiendo una risa malévola que más que miedo daba gracia. Infló el pecho orgulloso y bajó meneándose de su montaña de "Temibles dragones".

Volteó y observó extasiado como sus "Presas" se removían inquietas, golpeándose unos a otros para zafarse del enredo de colitas que habían causado por tanto movimiento. Pero todo su orgulloso porte se fue con el río al escuchar un carraspeo proveniente de alguien detrás de él...

Lentamente volteó su cabecita ébano a su espalda, encontrándose con la mirada severa de su papi...

El joven veinteañero alzó la ceja izquierda, esperando una explicación. La sonrisa desdentada del dragoncito sólo hizo que su semblante se ensombreciera.

-Asier...- su voz amenazante sólo le hizo tragar saliva sonoramente. Instintivamente miró hacia atrás del joven, buscando con los ojos verdes el apoyo de su posible salvación.

- "A mí no me mires, tu papi me va a castigar muy feo si te ayudo..."- Toothless volteó la mirada y fingió ver las nubes con el interés de un lector en el mejor libro.

Asier frunció el ceño con desgana, pensando en la traición, la decepción.

Armándose de nuevo valor miró a su papi, respirando profundo...

-Bájate. -ordenó. El dragoncito bajó las orejas y se bajó de la pequeña roca desde la que había estado observando a sus presas.

Justamente al bajar, un aullido terrible que les lastimó los oídos sensibles a los Furia Nocturna resonó en toda la isla, agudo y lastimero.

Hipo sacó su espada y puso a su bebé a su espalda. Su marido se encargó de tomar a los demás cachorros y ponerlos junto a su hijo, respaldándolo.

Mirando a lados contrarios, comenzaron a escuchar más aullidos, de diferentes tonos y que cada vez se cerraban más en torno a ellos.

Asier estaba un poco asustado. Esos aullidos... parecían lobos agonizantes, pero algo muy dentro de él le decía que no era así, que estaban más en peligro de lo que alguna vez estuvo en su corta vida.

Su amigos temblaban de miedo, pues, a diferencia de Asier, nunca habían visto otra cosa que dragones e Hipo. Mucho menos habían escuchado chillidos similares, que les erizaban las escamas y los hacían sentir terror.

De los arbustos salieron los padres de los cachorros, uniéndose a la defensa de sus crias y formando un círculo cuyo centro eran los pequeños. Todos estaban alerta.

Por un momento el único sonido fue el de sus respiraciones pausadas, una que otra avecilla que acallaba su canto y sus corazones latiendo veloces. Los niños sabían que no debían hacer ruido, su instinto de superviviencia se los gritaba. Ayudaba el hecho de que estaban paralizados del miedo y la adrenalina recorriendo sus pequeños cuerpecitos.

Todos necesitaban un abrazo de sus mamis para sentirse seguros. Pero sus mamis estaban demasiado ocupadas tratando de averiguar lo que sucedía como para fijarse en sus hijos. Lo único que necesitaban era ponerlos a salvo para sentirse seguras, pero teniéndolos ahí su miedo se acrecentaba al pensar en que algo pudiese pasarles a las crías

Los aullidos se intensificaron, les causaron escalofríos y cerraron más el círculo en torno a las crías. Toothless afiló las pupilas y preparó una bola de plasma. Los dragones, imitándolo, prepararon sus ataques y erizaron las escamas.

Tormenta lanzó sus púas y creó una jaula sobre las crías.

Hipo montó al dragón y se puso su máscara de vuelo, escuchando los aullidos cada vez más cerca.

¿Qué era eso?









Holaaaaaa n.nU

Ya les dije que los amo? Jejeje... je...

POR FAVOR NO ME MATEN

Este capítulo se estuvo trabajando desde el año pasado, pero tuve un bloqueo mental y me quedé en "¿Y qué rayos hago ahora? ;-;"

Pero bueno, ya está aquí. Prometo empeñarme más en los capítulos y hacerlos más largos TuT

No tengo mucho que decir ahora mismo, pero prometo apresurarme, ¿vale?

Besos

Amelia :3

Con eso me bastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora