Al disiparse el polvo, nadie podía creer lo que sus ojos veían...
Un alto y fornido joven, cubierto con una armadura castaña, falto de una pierna, armado con una espada en la cadera y un escudo en la espalda, de frondoso cabello castaño y vivaces (Ahora preocupados) ojos verdes chequeaba al niño de pies a cabeza.
-¡¿Estás bien?! ¡¿No te hicieron nada?! ¡¿Te duele algo?! ¡¿Te caíste?! ¡¿Te cortaste?! ¡¿Te cayó algo encima?! ¡¿Estás enfermo?! ¡¿Quieres que te lleve a casa?! ¡Maldición, Asier, dime qué tienes!-habló rápido y elevando la voz al final mientras hacía una revisión general de su niño, por lo que no pudo responder una sola pregunta cuando fueron formuladas.
-Sí, me pegaron, no me duele nada, no, no me caí, no me corté, no me cayó nada encima, no estoy enfermo y no necesito que me lleves a casa.-le sonrió tiernamente a su papi y su padre y él suspiraron aliviados, relajándose al ver que su tesoro no estaba dañado.
-¿Entonces por qué llamaste, cariño?-preguntó más relajado, aún sin notar la presencia de los demás, centrándose sólo en su hijo.
-Por eso...-señaló a sus espaldas.
Hipo se puso rígido, se levantó y giró con cara seria a ver a los "visitantes".
-¿Quién se atrevió a alzarte la mano?-preguntó con los dientes apretados y las manos hechas puños.
-"¡¿Le pegaron?!"-preguntó alarmado su esposo, poniéndose a su lado en posición de ataque y preparando una muy linda bola de plasma para deshacer al imbécil que tocó a su hijito.
-La bola de pelos roja...-le dijo tranquilamente.
Hipo analizó a cada uno de los presentes, encontrando puntos débiles al instante. Hasta que su mirada se detuvo en un hombre de su estatura, pelirrojo y de ojos azules.
Su padre.
-Así que le alzaste la mano a mi hijo...-le habló sereno, acercándose lentamente. Nadie decía nada, el único sonido era el de su pierna metálica pisar la arena con calma.
-Tu hijo es desesperante...-habló el hombre sin inmutarse, ya fuera de la impresión de ver a su hijo convertido en todo un hombre, sólo que sin gordura.
-Sea cómo sea, es mi hijo, no tuyo, si hay alguien para educarlo soy yo...-se paró frente a él, pero a metro y medio de distancia, la correcta cuando había una confrontación verbal entre líderes-... nadie te da el derecho de alzarle la mano...
-¡Me faltó al respeto!
-Lo secuestraste.
-¡Mis hombres lo encontraron!
-Y lo llevaron cargando sin posibilidad de escapar.
-¡Sólo queríamos ayudarlo!
-¿Y golpearlo era la solución?
Estoico apretó los puños, verdaderamente enojado.
-Ese niño no debe ser siquiera tuyo...
Hipo lo miró impasible.
-Lo es, pero no tengo por que dar explicaciones que no te molestarás en escuchar, y si las escuchas no las entenderás, y si las entiendes las odiarás.-dijo tranquilamente, cruzándose de brazos-Entraste en mi isla sin consentimiento, golpeaste a mi hijo sin razón aparente, robaste recursos, le dijiste demonios a aquellos que protegen este lugar y te atreviste a alzarme la voz, ¿Qué sugieres que haga contigo?-preguntó. Aunque el tono era tranquilo, todos sentían la amenaza y la aura más imponente que la del propio Estoico, era similar al aura de..
ESTÁS LEYENDO
Con eso me basta
FanficPues... en un principio tenía pensado hacerlo un drabble, pero luego se me vino a la mente la historia que había pensado hace un tiempo y me dije "Esto encaja, así que, ¡Vamos a hacerla una historia!" Y pues ya ven :3 --------------- Hipo escapa. No...