Capítulo 8: Me retracto, no la tienes pequeña.

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La canción de Shawn Mendes, Mercy, suena fuertemente desde mi celular despertándome. Agarro el celu y apago la alarma, me quito las sabanas de encima y con los ojos aun cerrados abro la ventana, causando que el aire fresco y la luz solar me golpearan.

Suelto otro gruñido y me froto los ojos con las manos fuertemente, para despertarme. Miro hacia mi derecha parpadeando un par de veces, Emma aún está dormida.

La sacudo suavemente por los hombros despertándola. Ronronea como un gatito y me río, es tan adorable.

—Vamos Emma despierta —la vuelvo a sacudir, y se comienza a girar mientras parpadea para acostumbrarse a la luz.

—¿Qué pasa?¿Ya es hora? —pregunta, yo asiento mientras me giro y miro el reloj digital, que marcaba las 07:05.

—Ya es hora de levantarse, vamos —se quita las sabanas de encima y se levanta.

Me acerco al sofá y agarro mi uniforme el cuál esta al lado del de Emma perfectamente doblados y planchados los dos por la susodicha. Me meto al baño, me desvisto rápidamente y me cambio, ayer por la noche me duché, así que no me molesto en hacerlo ahora.

Me miro en el espejo de cuerpo completo que esta pegado en la puerta y me aliso la falda azul oscuro que me llega por los muslos. La camisa blanca con pequeños botones grises y la corbata azul quedan perfectamente con la campera azul oscuro del uniforme, la cual tiene el escudo de la institución bordado en el pecho con las iniciales S.P.

Tampoco me importa mucho saber que significan esas letras, por la mañana no me interesa nada. Me arreglo la corbata como me enseño mi padre, me meto la camisa adentro de la falda y me hago una colita alta.

Salgo del baño y veo a Emma ya vestida, me siento en mi cama y me pongo mis botas de tacón negras. Me acerco a un espejo que tengo y agarro el delineador, el rímel y el brillo para Emma. Me pongo rímel y delineador para resaltar mis ojos verdes y luego llamo a Emma para arreglarla, le pongo un poco de brillo, rímel y delineador y listo, arregladas.

Guardo el maquillaje y miro el bol de palomitas y los refrescos vacíos que reposan en la mesa por que nos daba flojera recogerlo ayer.

Nos quedamos hasta la una despiertas, viendo las fotos que Camille le saco a la zorra, toda la cara roja menos los blancos de los ojos, tuvimos que taparnos las caras con las almohadas para ahogar las risas y no despertar a nadie y luego cada una se fue a dormir a sus respectivos cuartos.

Cam, como ahora la llamamos es divertida y agradable, quien lo iba a decir, al final la gente va a tener razón "no hay que juzgar un libro por su portada". Nos contó que ellas por la noche lo único que hacían era hablar sobre ropa y maquillaje.

Al principio es divertido, pero luego aburre, según ella, luego también estaban los tratamientos de bellezas, la manicura y la pedicura. Todo aburrido ya que apenas hablaban de algo que no fuera tan superficial como el maquillaje y la ropa.

Emma sale del baño poniéndose su campera y el pelo le cae liso por la espalda y sonrío, hemos hecho un buen trabajo.

—¿Preparadas? —pregunta Char entrando a la habitación.

Sí, ayer le dimos una llave por si nos dormíamos, agarro el celu y miro la hora, menos diez.

Las dos agarramos nuestras mochilas y las llaves de los casilleros. Salimos de la habitación, la cierro con llave y les enseño mi horario a las chicas, las cuales lo revisan con ojos de halcón.

—Naturales, a mi igual —murmura Emma mirando mi horario.

—Idiomas conmigo, igual que química —dice esta vez Char.

INTERNADO DE EGOS (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora