Capítulo 11: Quejas a la directora.

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Inspiro el olor a picante y dulce, el cuál me está gustando mucho, me arrimo más y muevo la cabeza, duro, la almohada está muy dura y se mueve, arriba, abajo, arriba, abajo.

Abro los ojos rápidamente, para encontrarme un pecho desnudo, subo la mirada y encuentro a Chris, durmiendo plácidamente, conmigo, en la cama.

¿Pero cómo ha llegado este idiota aquí?

Y sobre todo, ¿Por qué mierda esta abrazándome?

Aparto su brazo de mi cintura suavemente para no despertarlo y se remueve lentamente, me siento cómodamente y me restriego los ojos con la mano para despertarme.

Suspiro y paso la mano por mi desordenado pelo, agarro la colita que hay en mi mano y me hago un moño desordenado.

Miro a Emma y a Zabdi, los cuáles están en posición de cucharita.

Bueno se ven realmente adorables.

Bajo la mirada y me encuentro con Chris, el cuál ahora que me fijo se ve realmente tranquilo y pacífico, incluso adorable. Ojalá estuviese siempre así, tranquilo y callado.

Miro el reloj encima de la mesita de luz, la cual marca las seis y cuarenta, hora de despertarse.

Levanto un poco la sábana dejando al descubierto los abdominales de Chris. Paso una mano por sus abdominales acariciándolo suavemente y otra por su pelo, el cuál como el otro día es realmente suave, su respiración se acelera y sonrío.

Está despierto.

Bajo la mano hacia el dobladillo de sus pantalones, la dejo reposar unos segundos en su cintura y con todas mis fuerzas lo empujó fuera de la cama, su cama.

Causando que se cayese al suelo con un ruido sordo, una gran sonrisa aparece en mis labios.

Abre los ojos exaltado.

—¡Pero qué mierda! —gruñe, mientras se pasa una mano por su pelo, qué suerte que no soy la única con esa manía. Sube la vista y me fulmina con la mirada.

—¡Buenas días Christopherlucho! —sonrío dulcemente. Chris, sigue fulminandome con la mirada, pero de golpe una sonrisa se da paso en sus labios y se levanta, causando que sus bíceps se flexionen, buena vista.

Las sirenas se disparan en mi cabeza, oh, oh. Cuando alguien te hace algo así no sonríes, y menos cuando te acabas de despertar.

Peligro, peligro, peligro.

Se acerca a mí con una sonrisa y pasa una mano por debajo de mis piernas y la otra en mi cintura cargándome en su espalda. Suelto un grito mientras el comienza a dar vueltas, vueltas y vueltas causando que mi moño se deshaga y mi pelo caiga suelto en ondas.

Me comienzo a reír mientras Chris me agarra para que no me caiga y sigue dando vueltas, maldita sea, ay que admitir que esto es muy divertido.

Creo que hasta mi pelo de está riendo, sí, es mejor que pare ya de dar vueltas porque estoy comenzando a ver cosas raras. Y como si me leyera la mente, me deja caer suavemente en la cama.

—Otra vez —chillo divertida, Chris se ríe y niega.

—Son casi las siete, tenemos que vestirnos —una mueca se forma en mis labios y no me queda más remedio que asentir.

Miro hacia la cama de Zabdi y Emma ya está de pie mirándome divertida, yo le sonrió, y al acordarme lo de ayer señalo la computadora.

—Tienes que ver la grabación de ayer.

—Mierda me dormí, ¿Salió todo como lo planeamos? —yo asiento.

—Sí —me río mientras me dejo caer cómodamente en la cama.

INTERNADO DE EGOS (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora