1.
Zoro Roronoa era un prometedor estudiante en la facultad de arte de la universidad del estado. No había conseguido la beca de dormitorio, pero si la beca académica, junto con la mensualidad que le enviaban sus padres le ayudaba a costear la mitad de la renta del departamento que compartía con Trafalgar Law. Habían ido juntos a la preparatoria y, aunque no estudiaban lo mismo, sus facultades eran contiguas, así que se acomodaron bastante bien juntos. Algunos otros de sus compañeros también se habían mudado a la ciudad, pero su situación era diferente. Nami se había mudado con Vivi a un piso del padre de la peliazul. Sanji vivía en el ático de su padrino, con trabajaba los fines de semana de ayudante de cocina en su restaurante. Luffy y Usopp vivían en una casa de asistencia, aunque, el primero, tenía a sus hermanos mayores en la ciudad, quienes ya trabajaban y le habían ofrecido asilo, el chico decidió ir por su cuenta.
No tenía mucho tiempo para verse, pero siempre hacían algún espacio en sus ocupadas vidas para ir al cine, al beisbol o al billar. Incluso a bailar si les apetecía.
Aquel día Zoro se quedó parado en la puerta del departamento al llegar—. ¿Quieres acompañarme? —soltó, luego de varios minutos de silencio.
Law enarcó una ceja y bajó el libro que estaba leyendo—. ¿Cómo en una cita?
—No —suspiró. Estaba demasiado cansado para seguirle la corriente a su amigo—. Soy el único que presentara esculturas en la exposición de hoy—le recordó—, y francamente no quiero ir solo luego de lo que me dijo el profesor Kuma.
El ojigris enarcó una ceja. Hacia unas cuatro semanas que el grupo de Zoro había comenzado a elaborar su proyecto para la exposición de arte. No era una exposición real, puesto que sería en el gimnasio de la universidad, pero algunos conocedores iban a ir a evaluar los trabajos. La tarde que regreso de la facultad con aquella noticia estaba más que entusiasmado con romper los estereotipos y presentar algo distinto a lo que todos harían, pese que el encargado de la exposición le hubiese dicho que era una pésima idea intentar sobresalir en una exposición a la que acudirían algunos coleccionistas de arte. Sin contar que su calificación dependía de las opiniones de aquellas personas. "—Le demostraré que estoy a la altura—." Había dicho, llenó de entusiasmo y determinación. Ambas cosas parecían haber desaparecido horas antes de la exposición.
Law ladeó la cabeza mientras se lo pensaba un poco—. Tengo examen mañana —dijo, sin ninguna expresión. Sus notas estaban demasiado bajas y tenía pensado faltar al trabajo para estudiar.
Zoro suspiró resignado—. Supongo que no queda otra que ir solo...
—No dije que no iría.
— ¿De verdad?
—Ya buscaré el modo de que me lo compenses.
Law D. Trafalgar no era una persona muy expresiva, mucho menos era amable o simpático. Él era bastante frío, cínico y calculador, pero estaba dispuesto a asistir a aquel evento simplemente porque Zoro lo había invitado.
El peliverde y él habían estudiado juntos la preparatoria, y tras entrar a la universidad se habían mudado a un departamento que les quedaba bien a los dos. Durante la preparatoria no le había prestado mucha atención, salía con el hermano mayor de Luffy, y él y Eusstass tenían una especie de relación amorosa que era más sexual que otra cosa. Era la edad de la calentura, así que le prestaba más atención a sus necesidades físicas que cualquier cursilería juvenil. Cuando se mudaron juntos se dio cuenta de lo mucho que le gustaba y que sentía una potente atracción sexual por él.
Sobraba decir que la atracción no era mutua.
Zoro era bastante despistado y la mayor parte del tiempo no entendía sus insinuaciones, el resto del mismo simplemente no le daba bola. Además, parecía tener una especie de amor platónico muy arraigado hacia Luffy.
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Sugar daddy.
FanfictionZoro Roronoa, un estudiante de arte de último año tiene una crisis económica que puede desencadenar que abandone la universidad y, en consecuencia , a su compañero de piso, Law Trafalgar, quien estudia medicina. El aspirante a doctor no puede costea...