2

27 6 0
                                        

Recostada en uno de los sillones de la sala, la joven despertó al sentirse observada.

Siete chicos la miraban, deseosos de hacerla sangrar de una buena vez.

Y antes de hacer algo, empezó a gritar. Llegaron a pensar que se le rompería la garganta. La chica cerró los ojos con fuerza y volvió a acomodarse como nada hubiera pasado.

— Es sólo una pesadilla.

Respiró profundo y posó sus dos manos en su torso.

Al ver que no sucedía nada, empezó a llorar. Miedo. Eso era lo que tenía. Miedo y tristeza al imaginarse que nunca más podría ver a su familia y amigos.

— Tsk, no vas a conseguir nada llorando, pequeña mierda.

El de tez blanca, habló desesperado por ver su sangre correr.

— ¡Dejenme ir, no quiero estar aquí!

Quizás gritar o llorar no era la mejor opción, confrontarlos podría ser la respuesta.

— ¿Crees que te dejaremos ir después de buscarte por mil años?

Habló con un tono divertido un chico pelinaranja. Quizás en esa mansión era normal ver a alguien que tuviera cola de pescado.

Abrió los ojos lo más que pudo y puso su boca con forma de "O", para después empezar a tartamudear palabras incoherentes.

— Ya quiero empezar.

— No seas impaciente, Jungkook.

Hizo un puchero al escuchar a su Hyung.

— ¿Para qué me quieren?, por favor, no me violen.

Su voz se quebró al ver imágenes mentales de ella misma siendo abusada.

— Lo que menos te queremos hacer es daño. Incluso, te deberemos la vida después de todo.

— ¿Eh?

— Esto es así de simple como de complicado... — el moreno hizo una pausa para suspirar— tu sangre tiene la suficiente potencia para deshacer el hechizo que nos pusieron cuando recién habíamos nacido.

— Basta de palabrería, es hora de hacerte sangrar de una buena vez.

El de ojos felinos se abalanzó hacia la chiquilla para terminar su sufrimiento de una vez por todas. Fue detenido por el más alto de todos.

— ¡Yoongi, ya hablamos de esto!

Bufó y se cruzó de brazos. Realmente estaban necesitados, en especial él.

— Ya es tarde... De seguro no entiendas nada en estos momentos...

— Podrías comer algo... Ya preparé la cena...

El de chico de labios de cereza le sonrió amigable, quería transmitir confianza.

Dudosa, se levantó del sillón con lentitud. Al estar de pie, se tambaleo un poco, pero no lo suficiente para caerse.

☽ Monstruo. ☾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora