𝘓𝘢𝘴 𝘝𝘦𝘯𝘵𝘢𝘫𝘢𝘴 𝘋𝘦 𝘛𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘜𝘯 𝘕𝘰𝘷𝘪𝘰 𝘔𝘢𝘨𝘰

[38]: One-Shot III

La noche era fría y oscura, toda maldad del mundo se representaba en aquella faceta de todos los días.

La cabeza del mecánico dolía como el demonio. No dejaba de tener pesadillas sobre lo mismo.

El hechicero se encontraba en una instalación abandona hace un par de años por múltiples asesinatos. Detectó un peligro en aquel lugar y fue a investigar, Tony [su comprometido] decidió ir con él, y Strange no pudo resistirse ante las tiernas súplicas que le hacia.

El lugar estaba oscuro, la electricidad no funcionaba en su totalidad. Por eso, en un descuido de ambos, se separaron. Tony desesperado por su mal presentimiento, dijo que escanearan el edificio. Stephen estaba al otro lado de la pared contra alguien. Y la IA lo reconció; siendo Steve Rogers.

Fue en su ayuda y vió como Strange era vencido de apoco por los golpes que le dio aturdiendolos. Entonces avanzó para deternelo antes de que lo matara. Éste lo empujó lejos con su súper fuerza. Así siguió golpeando al otro, Stephen quizo hacer un portal, pero otro golpe lo hizo perder la conciencia. Tony horrorizado, empezó a defenderse, pero en su oportunidad, Steve huyó por la oscuridad.

El mecánico fue en la ayuda del hechizero, tratando de encontrar sus signos vitales, por suerte aún tenía. Pero tarde o temprano esa suerte se iría. Luego un fuego empezó a cubrir aquel edificio, tomó a Stephen en sus brazo y susurró un "todo estará bien".

Un hombre llega y lo golpea en la nuca, no muy fuerte como para dejarlo inconciente, pero sí para aturdirlo. Soltó a su amado y se quejó por el dolor. Se puso en defensa pero el otro era más rápido y fuerte. Así que se lo llevó a la fuerza, dejando a Stephen entre las llamas. Grtitaba por su libertad y sus lágrimas corrían por la desesperación.

Despertó agitado y gritando el nombre de su esposo. Luego de eso, agarró sus piernas y empezó a gritar con más fuerza sus lágrimas salían sin consuelo.

Un Stephen asustado y preocupado llegó al marco de la puerta de la habitación. Observó como su esposo estaba en la posición que casi todas las noches se presentaba.

La noche estaba oscura, las pocas estrellas que estaban allí eran difuminadas por la contaminación lumínica, y la luna que las acompaña la mitad del año no estaba allí para presentar su carácterisco brillo. Esa noche no había consuelo, la oscuridad lo consumía.

Sin palabras, Stephen se acerca y trata de que él levante su cabeza y poder mirarlo a sus hermosos ojos.

En ellos podías apreciar un brillo cuando estaba feliz, podías ver un brillo cuando terminaba un proyecto con sus nuevas máquinas. Antes de la guerra civil, mostraba un brillo inigualable ante sus compañeros, más con su Steve. Pero al suceder, el brillo que mostraba ya no era de felicidad o emoción, sino de lágrimas y tristeza. Su rostro cambió mucho, sus ojeras eran extremadamente grandes y sonrisa ya no existía. De pronto, su mundo cayó y Tony se fue con él.

Stephen llegó un día común y corriente, y ¿a quién se le ocurrió que sería su salvación? Ni él lo supo, hasta cuando salieron por primera vez, su mirada cambió a una mucho mejor que antes, pero las heridas nunca sanaron en su totalidad. Aún así se sentía menos presionado, con compañía y feliz. La emoción llegó a él cuando escaparon por primera vez de los fotógrafos en una reunión, toda esa tristeza se fue cuando una noche tomo un par de copas y se liberó con él. Se sintió feliz al dar su primer beso con Strange.

Y ahora, está dándose un abrazo con su hechizero.

Muchas veces se ha disculpado con él, diciéndole que es un estorbo en su vida. Y se preguntaba: "¿realmente me lo merezco?" Pero el contrario responde: "Tú mereces ésto y mucho más"