- ALERTA DE SPOILER - NO QUIERO ARRUINARLES LA PELÍCULA, ASÍ QUE SI NO LA HA VISTO, NO LEA.!
— Me encanta mirarte a los ojos, porque tienen fuego, fuego que arde incluso en las aguas más oscuras—
Tina siempre se sonrojaba cuando escuchaba a Newt hablando sobre sus ojos, o cualquier cualidad que él resaltara de ella.
Habían pasado varios años desde que flirtearon de manera directa mientras trataban de investigar en el Ministerio de Magia Francés, desde que había escuchado por primera vez la tierna comparación. La escena siempre avivaba un pequeño fuego en su corazón, entre los nervios de Newt, su enojo por el supuesto compromiso, las confusas últimas cartas que cruzaron, el nuevo novio de Tina.
Lo mejor había venido después de la batalla en el Cementerio del Père-Lachaise, Nicolás Flamel invitó a todos los malogrados combatientes a esperar el amanecer en su casa.
Sirvió un poco de café y té para todos, mientras busca algo que ofrecerles de comer, cerca de una ventana Jacob miraba al horizonte tratando de entender qué era lo que había pasado, Tina apoyaba su mano en su hombro tratando de mostrarle apoyo, ella también tenía el alma partida. Ese recuerdo aún traía escalofríos a su mente, pensar en su hermana pérdida por las trampas de Grindelwald, lo bueno es que no pasaría mucho para que Queenie recuperará la razón y volviera a este bando.
Por su lado Newt estuvo parado un rato detrás de Theseus, quien no podía asimilar la muerte de Leta y luego lo invadió una angustia por lo que decidió bajar a su maleta. A Tina pareció faltarle algo en su entorno, cuando salió de su propio trance, miró hacia los lados y no encontró a Newt, decidió ir hacia donde recordaba dejo su maleta y la encontró abierta en el suelo.
"¿Y si quiere estar solo?" pensó por un segundo, pero estaban todos tan lastimados, esa noche nadie quería estar solo. Se armo de valor y bajo las escaleras, encontró el cobertizo vació y camino por los diferentes ambientes que ofrecía el improvisado refugio de animales, algo la llevó hacia el antiguo espacio que usaba Frank y se encontró con Newt sentado en el suelo con una vieja foto en las manos que ella también conocía.
— Se ve muy linda en esa foto— dijo Tina quebrando el silencio y sacándolo de su concentración.
— No te escuche llegar— le respondió el castaño, quien tenía los ojos rojos intentando contener su llanto.
Tina se sentó junto a él y al descubrir sus ojos triste sintió una opresión en el estómago. "Vamos Tina, no seas torpe, su amiga acaba de morir, esto es demasiado para todo" pensó.
— ¿Quieres hablar de Leta? — pregunto nerviosa la auror y Newt asintió con la cabeza.
— Fue mi mejor amiga, por mucho tiempo la única que tuve, la amé Tina, en serio que la ame... — y se quedo mirando fijamente el retrato.
Las últimas palabras fueron un cuchillo en el corazón de la bruja, no esperaba escuchar eso de Newt, pero estaba todo tan revuelto, estaban todos tan heridos, esa noche todos habían pérdido: Grindelwald escapo, Credence y Queenie se fueron con él y Leta murió para que ellos pudieran salir vivos.
— Lo siento mucho Newt, me imagino que es muy difícil para ti, además verla con tu hermano todo el último tiempo y... — dijo Tina tratando de articular alguna frase coherente
— No, no pienses eso Tina — dijo Newt tratando de amortiguar las palabras que ya había lanzado.— Es todo muy complicado.
— Ajam— respondió la mujer y el silencio se volvió abrumador.
— ¿Cómo estás?— finalmente dijo Newt levantado la vista y mirando a la mujer — Digo, lo de Queenie...
— No lo entiendo, o sea, un poco, debería haberle puesto más atención. Jacob es nuestro amigo, pero soy un auror, no estaba bien, al menos no en América— dijo Tina mientras sus palabras comenzaban a quebrarse y las lágrimas cayeron por sus mejillas.
— La vamos a recuperar— dijo mientras con su pulgar secaba las lagrimas de la auror y se quedo mirando sus ojos.
— Jacob dijo que no podía decirte lo de las salamandras— dijo riendo suavemente.
— ¿por qué?—
— Le pregunte que hacer cuando te viera, tenía muchas ganas de verte— y desvió su mirada hacia el suelo esta vez— le dije que tus ojos, bueno... me dijo que a las chicas eso no les gusta.
Tina se sonrojo
— Además, no lo sé, estaba muy molesto por tu novio y esa revista — dijo Newt tratando de volver a mirar a Tina, quien lo miraba con una suave y tierna sonrisa.
— Esa revista, yo... debí haberte preguntado, pero dijiste lo de los Aurores y — dijo la mujer acercando sus piernas hacia su pecho y lanzo un ligero grito— ¡Es todo tan difícil!
— Demasiado—
— Entonces— dijo Tina asustada.
— No lo sé— respondió Newt tratando de retomar la conversación— solo sé, que no quiero estar lejos de ti.
— ¿ Y Leta? — pregunto dudando Tina.
— Leta fue una de mis mejores amigas, no hay más, yo no iba tras ella. Vine aquí a buscarte, Dumbledore ya me había pedido viajar, pero me negué, además tampoco podía salir de Inglaterra el ministerio me lo prohibió por lo del Nueva York, por eso no pude llevar su libro, lo siento.
— ¿Fuiste por mi?— pregunto sorprendida
— Sí, necesitaba explicarte que era Theseus quien se casaba, yo iba a ser el padrino, nada más— dijo mientras se rascaba tras la nula, enredándose con sus palabras— luego Queenie dijo que salías con ese Auror Tolliver
— Aquiles puede ser muy insistente— dijo Tina, cuando sus miradas finalmente se cruzaron — yo solo lo acepte porque pensé que te estabas casando.
— Pe... pero, no es cierto— dijo Newt en un desesperado intento de no quebrar la conexión de sus ojos— Tienes los ojos más hermosos que he visto.
— Como las salamandras— río suavemente.— Solo tú puedes usar esas expresiones y ser así de dulce.
Quédate en Inglaterra — dijo Newt — mientras tratamos de recuperar a Queenie y Credence... Mientras tratamos de arreglar lo nuestro.
— ¿Lo nuestro?— dijo la mujer nerviosa
— Yo te quiero — dijo Newt acercándose lentamente — y siento que te debo esto de hace bastante tiempo.
Acortando la distancia entre ellos beso los labios de la mujer, quien se quedo congelada por un par de segundos para continuar un beso que llevaba más de medio año esperando. Se separaron cuando respirar se volvía inevitable, ambos estaban sonrojados, Newt había sacado un valor insospechado.
— Te amo— dijo Newt— quédate, por favor.
— Te amo— le respondió la mujer — pero si apareces comprometiendo en otro artículo, espero que sea conmigo.
— jajajaja, probablemente— dijo y la envolvió en un abrazo.