Once upon a Victorius

Capítulo 14

Hola, les dejo el capítulo 14.

Nos leemos luego. Espero no tardar tanto en actualizar el próximo.

Besos.

PD: perdón por los errores.

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Estacionamiento, Hospital de Storybrooke

Eran pasada las dos de la mañana cuando Jade detuvo el Mustang cerca de la ventana de la habitación de Emma en el hospital, después de abandonar la casa de Cat se subió al auto y comenzó a dar vueltas por el pueblo tratando de juntar sus ideas antes de hacer algo arriesgado, lo poco que había hablado con su tía la había dejado muy inquieta, sumado a las palabras intercambiadas con Beck por mensaje su mente era un lío, tampoco ayudó mucho que Cat había mencionado lo de la cabaña.

-Esto es genial West estás tan jodida por una chica que ni siquiera conoces.

Se bajó del auto con una pequeña bolsa de dulces que había robado de la habitación de Cat y comenzó a comerlas sentada en el capot mientras miraba fijamente la ventana de la habitación de Emma, la cual parecía estar durmiendo ya que la luz estaba apagada.

-Esto es una estupidez, ¿Porque diablos estoy aquí? -susurro para si misma- Debería haberme quedado con Cat o ido a casa. Maldición West es solo una chica, olvídalo esto es estúpido.

Gruñó furiosa y arrojó un puñado de dulces con fuerza hacia el frente, sin querer un par de bolitas de caramelo golpearon en el vidrio de la ventana, la pelinegra se quedó dura en el lugar al ver que una luz se encendió de inmediato. La cortina blanca se hizo a un lado revelando el rostro curioso de Tori, la media latina entrecerró los ojos y cuando divisó la figura de Jade sonrió, le hizo una seña y luego cerró la cortina. La gótica no sabía qué hacer, no podía salir corriendo aunque la idea era muy tentadora, Tori estaba yendo a su encuentro.

-Esto es genial West, bien hecho.

Volvió a gruñir y se metió un puñado de caramelos en la boca, tratando de calmar sus nervios. Después de unos minutos, los cuales para Jade fueron eternos, Tori salió del hospital y comenzó a caminar en su dirección, mientras lo hacía, la pelinegra aprovechó para observar su figura.

La morena aún llevaba puesta la franela roja y negra a cuadros que Jade le había prestado esa mañana, al notar la mirada intensa de la gotica, Tori sonrió con vergüenza y se acomodó el cabello detrás de la oreja mientras se detenía a unos pocos pasos de Jade.

-Hey…

-Hey…

-¿Qué haces aquí?

-Hmm, comiendo dulces ¿quieres?

Tori negó ante el ofrecimiento y Jade se alzó de hombros mientras se metía un caramelo en la boca.

-Perdon que pregunte pero ¿porque a las tres de la mañana en el estacionamiento de un hospital?

-Me ayuda a pensar.

-Ya lo dije antes eres rara.

-¿Eso es malo?

-No, de hecho me agrada.

-Bueno

Ambas bajaron la vista hacia el suelo al mismo tiempo, un silencio bastante incómodo las rodeó, después de unos minutos Jade dejó la bolsa de caramelos a su lado y se levantó con ambas manos para sentarse cómodamente en el capot del auto dejando las piernas abiertas mientras se recostaba sobre sus brazos tratando de mantener el equilibrio, en ese momento Tori suspiro cansada del silencio y dio un par de pasos hacia ella quedando prácticamente entre sus piernas. Tal acto dejó a la pelinegra dura en el lugar, sin previo aviso la metía latina tomo la bolsa de dulces que estaba a su lado y comenzó a comerlos pero sin apartarse de Jade. Tori bajo la mirada a dentro de la bolsa pensando que caramelo elegir, cuando se decidió por uno de color violeta se lo metió en la boca y cerró los ojos ante el dulce sabor a uva.