Once upon a Victorius

Capitulo 16

Hola, al ser capitulo cortó el anterior sentí que debía subir otro.
Perdón por los errores y creo que este también es corto pero bueno algo es algo.
La historia tendrá final lo prometo y tarde o temprano temrinar los otros dos fics que también ya tienen sus finales pero me cuesta corregir y subir.
Cómo ya dije vengo de mala racha y está complicada la vida actualmente, pero en fin. Espero que les guste y si no bueno no puedo hacer nada porque ya subí el capítulo jajaja.

Nos leemos, saludos.

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Armario del conserje.

Habían pasado 15 minutos desde la salida repentina de Jade en el almuerzo.

En el momento que Beck la encontró en el armario del conserje y no fue echado de inmediato se sentó a su lado en silencio esperando que la pelinegra hablara.

-¿Me dirás que esta mal o seguiremos todo el día aquí encerrados? Sé que no son mis estúpidas bromas.

-¿Que te hace creer que no es tu estúpida bocota la que me tiene molesta?

-Porque no me has echado aún. Anda dime ¿Que sucede?

-No tengo nada que decir Oliver.

-Yo creo que sí, es obvio que tienes una razón para destruir el cesto de basura del conserje con tus tijeras.

-Pues, tiene muchos.

-Jade

-Beck

-Vamos, no seas niña.

-Nací niña.

-Sabes a lo que me refiero

-No realmente.

-Por todos los cielos, eres imposible. ¿Sabes que? Me voy, la clase está a punto de comenzar y está claro que no llegaremos a nada pronto, cuando quieras hablar sabes dónde encontrarme.

El guapo pelilargo se levantó del suelo dejando a a Jade detrás, antes de que girará el pomo de la puerta la morena volvió hablar entre dientes.

-Beseatori…

Beck se detuvo y se volvió a ella con el ceño fruncido, creyó haber escuchado bien las palabras pero no estaba del todo seguro.

-¿Que?

-Bese a Tori.

Sin poder evitarlo Beck alzó el puño en triunfo para luego ponerse de cuclillas frente a ella y sacudirla por rodillas extasiado.

-Eso es genial.

-Supongo…

-¿Porque estas tan miserable? Creí que Victoria te gustaba, deberías estar alegre o al menos no de mal humor como siempre.

-Ese es el problema, realmente me gusta... mucho... tal vez demasiado y lo odio.

-¿Cuál es el problema?

-Es la tía de Henry.

-Hasta donde yo se no hay lazo de sangre que las una, por lo tanto sigo sin ver el problema.

-Es la tía de Henry... que vive en Boston.

-Oh…

-Si…

-Vaya, hasta el momento jamás lo había pensado.

Dijo el moreno un poco desanimado y se sentó en el suelo, sus piernas habían comenzado acalambrarse. Jade suspiró y golpeó la parte trasera  de su cabeza contra la pared mientras cerraba los ojos.