Capítulo 8

645 72 16
                                    

Y yo que decía que el noviazgo era una caca... Esto es perfecto, bueno, ni tanto, Bill hace que el noviazgo sea perfecto...

Estos meses están siendo de ensueño, Bill se preocupa mucho por mí y a pensas y me entero que es un dios de la cocina.

Hay cosas sobre el que no entiendo, pero no deja de ser ese chico lindo que adoro.

[•••]

— ¿Entonces a dónde iremos?— le pregunté mientras tomaba su mano. Él parece distraído, mira a todos lados y casi no es capaz de mirarme a los ojos.— Bill... ¿Pasa algo?— pregunté quizá por quinta vez en el día.

— Estoy buscando el mejor regalo para mi novio, obviamente.— sonrió como si nada, con tanta calma que parece que el Bill de hace unos segundos nunca hubiese estado aquí, conmigo.

— Está bien.— le devolví la sonrisa. Pero como ya dije, él a veces es muy extraño, estamos en una calle común, con casas y así. ¿Qué llegaría a comprar aquí?

— P...pino, vamos para allá.— dijo con la voz algo temblorosa jalándome hacia una avenida.

— ¿Eh? Bill, no hagas eso. Me dolió.— murmuré soltándome de él. Su agarré fue fuerte en mi muñeca y la dobló por accidente al girar.

— Lo siento...— se disculpó tomando mi mano de nuevo.

Sus pasos ahora son algo acelerados y mira sin nada de disimulo hacia atrás. ¿Nos quieren robar?¿Nos están siguiendo?

No podría evitar no sentirme nervioso si su mirada de desesperación camuflada por sus ojos ámbar mira intermitente hacia todos lados.

— Ya vas. ¿Qué pasa?— creo que hoy es el día de las preguntas.— Hoy estás más raro que nunca... Quiero pasar un tiempo agradable, pero... Así no se puede...

— Es un musical...~— rió forzoso. Esto realmente no es nada agradable.

— ¡Usted!— dijo un tipo alto de uniforme policial.

— ....

— ¿Qué está pasando, Bill?— lo miró pero él mira al policía con desagrado impregnado en su mirada que arde como el infierno. No me gusta ese término realmente, pero a él le va bien y no sé porque.

— ¡Suélteme!— grita enfurecido cuando dos tipos lo detienen. ¡¡¡Esto es hábeas corpus!!!

— ¡Oigan! ¡Suéltenlo!— pido al hombre que me observa a detalle. Hoy si es un día memorable que algún día cuente entre amenas risas.

— ¿Está usted bien?— me interroga sacando un bolígrafo y un especie de libreta codificada, cuanta tecnología.

— Sí, déjenlo. ¡No ha hecho nada!— no puedo creer que le estoy gritando a un superior, esto es extremo.

— Él tiene una orden de restricción hacia su persona, joven Pines. Uno de sus familiares lejanos la estableció.

— ¿¡Qué!?¿¡Qué familiar!?— preguntó aún peor. Yo... No tengo familiares con los quien contar.

— Zed Pines. Comprobamos todo y si tiene parte de su ADN. Si era familiar suyo, además de las facciones y así.— me explicó. ¿Quién vergas es Zed?

Yo Fui El Culpable  [𝑩𝒊𝒍𝒍𝒅𝒊𝒑] 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐄𝐓𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora