DOCE AÑOS ATRÁS
WANDA
-¡Mamá, voy a dar una vuelta!
-¿Una vuelta a dónde?
-¡Yo quiero ir! –Gritó mi hermano más feliz que una perdiz como si de verdad creyera que iba a ir conmigo.
-Owen va a ir conmigo. Es más, estará a punto de llegar.
-¡¿Entonces yo no puedo ir?!
-Nosotros iremos a jugar con Priscila. ¿Qué te parece?
-¡Si! ¡Voy a decírselo a papá!
–Leo salió corriendo sin ni siquiera darle tiempo a mamá a decirle algo más.-Hija, me gustaría hablar contigo antes de...
-¡Debe ser Owen! –Dije en cuánto se quedó callada al oír el timbre de casa. –¡Nos vemos, mamá! ¡Te quiero! –Oyendo su peculiar "y yo también" a lo lejos, salí de casa rápidamente para tirarme a los brazos de mi primo. –¡Hola!
-¿Por qué tanta prisa? Ni siquiera me dejaste saludar a tus padres...
-No, es mejor que nos vayamos ya. –Dije agarrándolo del brazo para acelerar el paso. Sabía perfectamente que para lo que me quería mi madre no iba a ser nada bueno.
OWEN
-¡Míralo! –Volvió a gritar poniéndome la revista frente a la cara.
-Que si, pesada. Vas a conseguir que rompa esa revista, ya lo verás.
-¡Ja! –Se volvió a sentar en el banco para buscar entre las páginas.
Hacía nada que habíamos llegado al parque donde Wanda se había vuelto loca cuando pasamos junto al kiosko y había visto la revista que tenía en las manos.
-¡Escucha ésto! “Giorgio Milano, hijo de dos de los modelos más conocidos en Italia, Lucca Milano y Gina Palmieri, posó para nuestra revista el pasado veinte de julio. El joven modelo de tan solo dieciocho años ha respondido a algunas de nuestras preguntas más audaces.” –Calló un momento haciéndome levantar una ceja.
-¿Ya está?
-“Hay rumores de que el amor corre en el aire, ¿es cierto eso?” “No sé si correrá en el aire, pero si que estoy seguro que es cierto.” –Rodé los ojos antes de que ella siguiera leyendo mientras que cambiaba las voces imitando a un periodista y a su amigo. –“¿Confirma eso que ya una jovencita italiana tiene ganado tu corazón?” “Una chica no tiene porqué ser italiana para ganar mi corazón. Basta con aprender a su lado muchas cosas y congeniar desde el minuto uno.”
-¿Vas a seguir leyendo?
–Pregunté al ver que no levantaba la cabeza de la revista. –Wanda.-¿Crees que habla de mi?
-¿Por qué debería creer eso?
–Mentí viendo la cara de desilusión que había puesto. ¿Por qué debería decirle algo que me molestaba?-Sí, tienes razón... Con todas las chicas que hay por ahí detrás suya...
-Oye, tampoco digas eso ¿eh? No creo que tenga tantas chicas detrás suya, ¿cómo va a tener más chicas que yo? –Presumí consiguiendo que riera dándome un golpe en el hombro.
-Él es modelo...
-Y yo soy... Yo. –Wanda volvió a reír cerrando la revista para suspirar. –¿Ya te cansaste de admirar a tu modelucho?
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Chloé
Short Story-¿Wanda? -Lo ignoré sin levantar la cabeza mientras que sentía como se sentaba a mi lado. -Lo siento... Yo... Mira, estar borracho no justifica los hechos, pero perdóname. No me gusta verte llorar... -Entonces deja de ser tan idiota conmigo... -Sí...