EL DÍA DE LA CENA
NARRADOR OMNISCIENTE
-¡Ah! ¡No quiero! ¡Mamá!
-Leo, deja a la niña.
-¡Ayuda! –Volvió a gritar Chloé mientras que el joven Leoncio no dejaba de zarandearla en el aire por el pie.
-¿Qué? ¿No está tu papá para ayudarte?
-No, pero está su abuelo.
–Bradley cogió a su nieta en brazos mirando mal a su hijo.
–Deja a la mini princesa tranquila, Leoncio. –Chloé le enseñó la lengua a su tío antes de que su abuelo la pusiera en el suelo.-¿Hija? –Wanda se giró hacia su madre para mirarla. –¿Te encuentras bien?
-Sí... Creo...
-Déjame adivinar...
-Ni lo menciones porque no vale la pena...
-Seguro que está liado, Wan...
-El abuelo os dió el día libre a todos.
-Pero técnicamente para él no hay día libre porque no está aquí... Estoy segura de que llegará tarde o temprano...
-Como no aparezca no se lo voy a perdonar nunca.
-Anda, exagerada. –Jacielle le dió un pequeño empujoncito a su hija en el hombro riendo.
–Recuerdo los enfados que me cogía también por culpa de los dichosos viajes de negocios esos. Los odiaba y los sigo odiando.-Pues ya somos dos, mamá...
-¡La comida ya está servida!
–Gritó Amber de repente llamando la atención de todos.-¡Comida!
-Chloé, no corras. –Wanda suspiró viendo como su hija la ignoraba para salir corriendo al jardín trasero donde habían preparado una mesa junto a la piscina.
-¿Vamos?
-Mmm... Enseguida voy...
–Murmuró sacando su móvil para enviarle un mensaje a su novio.---
Todos te estamos esperando...
¿No piensas venir?---
Bloqueó el móvil sin saber si volver a enviarle otro mensaje o no.
Se estaba enfadando y no quería decir algo de lo que después pudiera arrepentirse.
-¡Wanda!
-¡Ya voy, abuela! –Gritó saliendo al jardín para ver a toda su familia sentada en la mesa.
Muchas veces a Wanda le parecía gracioso que la mujer a quien llamaba abuela desde que tenía uso de razón por ser la esposa de su abuelo, fuera cinco años más grande que su madre solamente.
-Por fin, ya estamos todos.
-Todos no... –Gruñió la chica por lo bajo antes de que su hija le hablara.
-Mami, ¿cuando va a llegar papá?
-No lo sé, Chloé. No lo sé.
-Bueno... ¿A alguien le apetece limonada? –Y así, con ese cambio de conversación tan repentino por parte de Amber, comenzaron a surgir otros temas banales y nunca para nada se nombraron las palabras “trabajo” o “empresa” en aquel almuerzo familiar.
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Chloé
Short Story-¿Wanda? -Lo ignoré sin levantar la cabeza mientras que sentía como se sentaba a mi lado. -Lo siento... Yo... Mira, estar borracho no justifica los hechos, pero perdóname. No me gusta verte llorar... -Entonces deja de ser tan idiota conmigo... -Sí...