Capitulo 4

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EN LA ACTUALIDAD

-¡Terminé!

-Entonces vé a lavarte los dientes y espérame en la cama.

-¡Vale! –Chloé salió corriendo hacia su habitación dejándonos solos.

-Está ansiosa por seguir escuchando la historia.

-No se nota ¿eh? –Le enseñé la lengua recogiendo los platos para entrar a la cocina. –Vé con ella que yo lavo los platos.

-Mmm... No te voy a decir que no a eso... –Sonreí dejando un corto beso en sus labios para dirigirme al cuarto de mi hija. Cuarto que me había pertenecido a mi cuando era pequeña, puesto que desde que había decidido formar mi propia familia, me había decidido por mudarme al ático de mi madre.

-¡Draco, sube!

-Oye, ¿qué he dicho de dormir con él?

-¡Pero él también quiere oír la historia, mami! ¿A qué si, Draco? –El gato maulló en contestación tumbándose junto a Chloé.

Draco había sido un pequeño gatito albino que nos habíamos encontrado en la calle cerca de la casa de mis abuelos el año pasado. Sí, se llamaba así por aquel personaje de las películas de Harry Potter llamado Draco Malfoy.

Ese día había ido a buscar a Chloé después de haberse quedado con mi tío Henri y habían visto la película, por lo que en cuanto vió al gato, dijo que se parecía a Draco por su color de pelo y así le pusimos. Lo adoptamos y lo llevamos al veterinario donde descubrimos que era albino y todas las características que eso conllevaba, siendo una de ellas sus ojos de dos colores por falta de pigmentación.

-Pero no te acostumbres a ello, Chloé

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-Pero no te acostumbres a ello, Chloé. –La niña asintió mientras que yo suspiraba para sentarme a sus pies. –¿Por dónde iba?

-En la fiesta de tu cumpleaños, mami.

-Ah, si. Luego de eso...

HACE DOCE AÑOS ATRÁS

~WANDA~

-¡Owen, espera! –Grité con intención de salir tras él, pero Gio me detuvo.

-Es mejor que le dejes espacio, Wanda...

-Pero no quiero que esté enfadado...

-No lo estará, tranquila... –Me atrajo hacia él para abrazarme haciéndome cerrar los ojos viendo nuevamente el rostro de Owen. ¿Por qué me había dicho eso? ¿No quería que fuera feliz con Gio? Y por una vez que me decido a confesarle mis sentimientos y él los suyos, ¿pierdo a mi mejor amigo?

•••

Los días pasaron y con ellos todas las horas que había pasado sin hablar con Owen. Incluso había ido a su casa a buscarlo, pero nunca estaba, o eso era lo que me decía la tía Mackenzie...

ChloéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora