Ilusión › ᴄʜᴀɴʜᴜɴ

s i e t e

-- Odio todo.

Chanyeol no estaba teniendo un buen día, se levantó tarde y esta vez no pudo saltarce el desayuno; tuvo que preprarase un desayuno balanceado, más las vitaminas correspondientes, y ya resginado salió de su departamento tarde. 

Corrió todo lo que sus largas piernas le permitieron, pero de todos modos llegó tarde a su primera clase. Le mandó un mensaje a Irene diciéndole que se la pasaría en la biblioteca, avanzaría alguno de sus proyectos para matar el tiempo; no lograría nada estando frente a la puerte, solo daba lástima.

Sus pies lo guiaron por los pasillos desiertos, pasó por varios salones y después de doblar en una esquina se encontró con la biblioteca. Entró y luego de encontrar una mesa vacía procedió a ordenar sus cosas, su laptop y libreta reposan sobre la mesa oscura, su mochila queda abandonada entre sus piernas; conectó sus audífonos y empezó a editar, hace algunas semanas tenía una melodía que no lo dejaba dormir.

Bueno, lo que había tras la melodía no lo dejaba dormir.

Después de que Sehun lo acusara de ser igual al resto, bueno, enfureció. A Chanyeol nunca le ha gustado que lo comparen, mucho menos con un propósito negativo, por lo que lo ignoró y salió de la sala; pese a los gritos de Sehun siguió con su camino.

¿Quién entiende a ese hombre? Por un lado le decía que no tenía amigos, que era perfecto y tuvo la molestia de quedarse con él un buen tiempo cuando estuvo en el hospital, y por el otro lo trababa con cierta familiaridad que le aterraba, lo acusa de ser una mala persona y lo tacha como un punto insignificante de la sociedas. Chanyeol no es fan de los rompecabezas, lo estresan, y Oh Sehun se estaba volviendo algo tedioso con lo que lidiar. Aun con todo lo que dijo e hizo... Sigue igual de prendido por ese idiota.

-- No lo entiendo.

-- A veces las mejores cosas no tienen explicación.

Chanyeol separó su vista de su pantalla, alzó la cabeza con rapidez haciendo que sus audífonos cayeran y reposaran sobre sus hombros. Enarcó una ceja con una mueca de desagrado, lo que le faltaba. ¿Es que cada vez que pensaba en Sehun terminaba por invocarlo?

-- ¿Se te perdió algo? -- Pregunta cauteloso, ya ni siquiera sabe qué esperar del contrario.

-- Las ganas de vivir -- por unos segundos Chanyeol quedó helado, la sangre en sus venas empezó a correr y sintió un creciente nudo en el estómago --, es broma-- finaliza el menor con una sonrisa, que a Chanyeol no le gustó nada.

-- ¡No juegues así! -- Reclama, Sehun se mantiene en pie frente a él, aquel pantalón oscuro y camisa azul lo hacen ver... Frunce el ceño, se regaña internamente, no debería pensar en esas cosas --. ¿Qué quieres?

-- Disculparme -- dijo, sus manos se encuentran escondidas en sus bolsillos y Chanyeol odia que aquella imagen le parezca atractiva, ese cabello negro resalta aquella piel pálido que lo tienta a pensar en cosas para nada sanas --, fue un imbécil ayer.

-- Sí, lo fuiste.

Chanyeol  volvió a colocar sus audífonos sobre su cabeza, reproduce la música y sigue tomando apuntos; lleva así un par de minutos hasta que suelta un suspiro exasperado. Detiene el reproductor y vuelve a encarar al menor.

-- ¿Qué?

-- ¿Por qué no te vas?

-- No has aceptado mis disculpas -- dice tan relajado que el mayor siente unas inmensas ganas de golpearlo, observa fastidiado como el menor toma asiento a su lado mientras apoya sus codos en la mesa --, no me iré de aquí hasta que lo hagas.