《Adoptada Por Los Wayne》| Damian Wayne | CANCELADA

Que comience la fiesta

Ya había pasado una semana desde aquel acontecimiento. La chica no hacía otra cosa que cada noche asomarse a la ventana para ver como su héroe la saludaba desde lo lejos sobre unos de los muhcos tejados de Gotham City. Los preparativos de la fiesta estaban listos. Todo daría comienzo a las diez de la noche para presentar a la nueva integrante de la familia Wayne. Ella estaba totalmente emocionada, no solo por su maravillosa fiesta, sino, por la intriga que le daba saber quien sería aquel enmascarado héroe del cual se había enamorado.

Bajó las escaleras con un libro en mano deslumbrandose por la cantidad de luz que los dos grandes ventanales de la sala principal brindaban. A la izquierda se encontraba su padre adoptivo terminando de firmar unos contratos al parecer. A la derecha, sus hermanos discutían por alguna tonta razón, como hacían siempre. Rió en voz baja.

-¡Hey, mirad! -Llamó la atención Dick. -¡La anfitriona al fin a despertado!

-Ya llevo un rato despierta, ¿eh? -Asignó Angie.

-Claro. -Siguió sarcásticamente Jason.

-¿Preparada para tu gran día? -Se acercó Bruce al grupo mientras guardaba en su bolsillo el bolígrafo que acabab de utilizar.

-Ni que se fuese a casar... -Susurró Damian.

-No se casará, pero es una ceremonia muy importante. -Recolocó Tim.

-Así es, Tim. -Contribuyó el señor Wayne. -Ahora será reconocida como la primera heredera Wayne.

-El desayuno está listo. -Alfred salió de la cocina con una bandeja con la deliciosa comida que había preparado.

Como cualquier otra mañana normal, todos se sentaron a desayunar pacíficamente, si no fuese por un intranquilo Damian, el cual estaba bastante nervioso por lo que ese día iba a pasar.

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Ya era por la tarde y todos los miembros de la casa se preparaban para la gran fiesta. Dick frente a su armario elegía una chaqueta la cual llevar, Jason pensaba que pantalones escoger, Tim discutía consigomismo sobre a que lado le quedaría mejor el flequillo, Damian lo tenía todo preparado y dibujaba tranquilo en su habitación y Angie caminaba hacia su aseo para darse un baño relajante con burbujas con olor a fruta de la pasión.

Dejó la ropa que usaría en su calientatoallas y comenzó a desvestirse mientras se terminaba de llenar la bañera. Al terminar de llenarse, cerró el grifo y tocó con la punta del pie la templada agua. Los tonos azules comenzaron a salir del ser de Angie. Aquel poder que tenía el cual olvidó durante un tiempo con su nueva vida. Suspiró cansada. No le gustaba mucho vivir con ello, quería ser una persona normal. Pero ella no veía la parte buena de tener aquellos poderes. Podría ayudar a las personas, luchar contra el mal, pero ese lado estaba apartado de su vista. Solo veía lo malo que podía ser aquello.

Cuando terminó, salió de la bañera apagando así con el tiempo el poder que había desarrollado. Sorió con tristeza al volver a la normalidad y comenzó a vestirse con el vestido que había seleccionado.

El vestido constaba de una sola pieza roja. Las mangas llegaban hasta los codos con un escote palabra de honor, todo hecho por encajes hasta la cintura, dejando al descubierto su espalda atlética. Una cinta del mismo rojo intenso rodeaba la cintura y de ella nacía la preciosa falda que el vestido portaba de tablas pero con algunas capas de seda por abajo para darle volumen a la figura. Era precioso.

Angie salió del baño descalza para dirigirse a su zapatero y buscar los zapatos que había esperado tanto para ponerse un día especial, ese día era hoy. Sacó de él unos preciosos tacones blancos. Eran realmente simples pero su minimalista visión hacían que se vieran extremadamente elegantes, solo había un detalle a destacar, un pequeño adorno dorado cerca del talón de aquiles.

Regresó al baño y se dió una suave capa de maquillaje, simplemente un poco de sombra con delineador negro y rimel y labios rojos a conjunto del vestido.

Al fin estaba lista.

Suspiró pesadamente cerrando los ojos y abrió la puerta saliendo de su habitación. Ya todos la esperaban arreglados en el salón solo quedaba ella. Dió pasos lentos y paró frente la escalera. Escuchaba como las voces de los presentes callaban y comenzaban a mirarla maravillados, ella se sonrrojó.

-Ala... -Comentó Jason dejando de pelear con su corbata.

-Wow... -Susurraba Dick.

-Estas... vaya... -Comenzó la frase Tim.

-Perfecta. -Completaron Bruce y Damian a la vez.

Todos miraron incrédulos a Damian.

- Q-Quiero d-decir... N-No está mal... -Rectificó ruborizado el menor petirrojo.

-Ven aquí. -Le sonreía Bruce desde abajo ofreciendole la mano.

Angie bajó cuidadosamente para no caer por la escalera con los altos tacones y tomó la mano de Bruce unos escalones antes de llegar al suelo para asegurar sus pasos.

-Gracias -Respondió a todos los alagos que le habían hecho.

Damian no paraba de mirarla el vestido le quedaba realmente bien. Hacían que sus curvas se notaran y pudiese observar la bonita figura que tenía.

-Bueno, pues ahora estarás en la biblioteca cuando vaya a presentarte iré a avisarte para que salgas, ¿entendido?

-Sí. -Se dedicó a contestar.

-Bien, pues que comience la acción. -Dió una palmada Bruce. -Alfred abre las puertas, ahora, que comience la fiesta.

AngieJoker