Historias de oscuridad y lágrimas

Duchas alemanas.

Josep y Hans eran dos hermanos judiós que vivían en un campo de concentración, ambos llevaban allí desde su infancia y habían sobrevivido trabajando para los soldados. Cuando los habían llevado alli les habían quitado todo lo que tenían. Sus padres no habían resistido mucho.

Josep estaba seguro de que si salían de allí se convertiría en zapatero, era el mejor arreglando las botas de los soldados nazis, incluso había fabricado unas para el mismisimo Hidler.

-Josep, nos dejan ir a las duchas a bañarnos.-dijo Hans.

Ambos sabían que no volverían a los cuartos comunes en los que compartían literas con cuatro hombres más, por que todo aquel que iba a las duchas no volvía.

Caminaron detrás del soldado encargado de llevarlos a ellos y a cinco personas más, entre ellos un niño de apenas seis años recién llegado.

Se quitaron sus ropas de rayas y cogieron el jabón. Cuando cerraron las puertas un gas comenzó a ahogarlos. Cuando todos dejaron de resistirse y agarrarse a la vida Josep y Hans se abrazaron llorando. Y así se despidieron de la vida. Como los grandes hermanos que eran.

Josep y Hans son personajes inventados pero el resto es todo cierto, así era la vida de un judío en un campo de concentración. Trabajar, alguna vez comer y morir. Habían más metodos para torturarlos, pero he queridi poner el más conocido.