Tengo el pecho comprimido, ganas de gritarle al mundo y ganas de llorar como una niña pequeña. Como si así pudiese desahogarme y soltar todos los problemas, el estrés, el miedo...
El miedo al mundo, el miedo a la vida, el miedo al error...
Quiero llorar sin que nadie lo sepa, que sea un secreto entre yo y la almohada.
Quiero dejar de ahogarse en lágrimas que no puedo sacar, quiero gritar todo lo que me parece injusto o que no me gusta.
Quiero romper a llorar chillando a moco tendido frente al mar y la luna, junto a los aullidos de los perros y nada más... Quiero chillarle a la nada, por que se que no va a servir de, eso, nada.
Quiero sacar todos mis monstruos, esos que no me dejan confiar, esos que no me dejan llorar.
Todos tenemos monstruos que nos atormentan y nos critican antes de que el resto lo haga.
Malditos monstruos.
ESTÁS LEYENDO
Historias de oscuridad y lágrimas
SaggisticaSimplemente son relatos que guardo en el fondo de mi alma. Algunos son ciertoa y otros inventados Aviso Historia NO aconsejada para gente sensible.
