ＢＡＤ ＢＯＹ

Bad Boy 10

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El rubio lanzó al propetario de la máscara púrpura —que se encontraba tirada en el suelo junto a otra de color dorado— sobre la cama, se abalanzó sobre el reanudando el beso que anteriormente habían tenido que romper para poder deshacerse de su ropa. Actualmente solo llevaban puesto su ropa interior.

Sus lenguas se enredaban en una batalla de la cual no se esperaba un ganador, Chris mordió el labio contrario sacando un pequeño gemido de la boca de Minho.

Bajo de sus labios hasta su cuello, dejando un camino de besos en este a ambos extremos. Mordió suavemente en el extremo derecho deleitándose con el sabor de la piel de su pareja y a la vez con los gemidos roncos que este soltaba y lo que era aún más peor, cuando salían de sus labios junto con su nombre, eso lo enloquecía.

— Chris, ahh.

El mencionado inicio una nueva tarea acariciando los pectorales de su novio, movimientos uniformes en línea recta pero que volvían loco a Minho.

Los labios de Bang viajaron hasta los pezones erectos del menor, introdujo en su boca uno de estos lamiendo lo con su lengua húmeda, mientras Lee enredaba sus dedos en los cabellos del rubio.

Chris se separó frenéticamente y Minho frunció el ceño.

— ¿Por qué te detienes?— preguntó jadeando pero con molestia. Chan sonrió con picardía y le dirigió una mirada lasciva.

Minho ladeó su cabeza, no entendía, luego de unos segundos un su mente se iluminó.

— N-no pensarás...— mencionó con sus mejillas teñidas de rosa.

— Si lo pienso, bebé.

Murmuró en el oído de Lee con su voz ronca debido a la excitación del momento. Bajo hasta las zonas intimas del menor y con sumo cuidado bajo los boxer que era lo único que protegía a Minho.

Dejando ver su hombría, Bang se dirigió especialmente hacia el perineo, llevo sus manos hasta este y comenzó a dar suaves masajes que hicieron perder la cordura a Minho.

Chris sabía que era su punto débil, por lo que le gustaba aprovecharlo. Siguió con los masajes y sonrió satisfecho al ver como crecía el miembro contrario, dejo un beso en la punta de este que hizo que una corriente recorriera todo el cuerpo de Minho.

— Chris, p-por favor, h-hazlo ya.

El rubio sonrió con picardía y deshaciéndose de sus boxer, posicionó su miembro frente a la entrada del contrario, justo cuando iba a introducirlo, el típico tono de llamada interrumpió el momento.

Minho conocía a la perfección ese tono, bufó cuando Chris se alejó y levantó sus pantalones que se encontraban en el suelo para comenzar a buscar sus celular.

— ¿Sucede algo, Innie?

Lee se propuso la tarea de recoger sus cosas.

— Lo siento, ¿Interrumpo algo?— la voz de JeongIn era suave.

— Nada importante—. Una punzada atacó el corazón de Minho.

— Si no estás muy ocupado, ¿Puedes venir un momento?

— Claro, ahorita mismo.

— ¡Gracias hyung!

Chan río con dulzura y cortó la llamada dándose la vuelta encontrandose con Minho vestido en su totalidad. Intento acercase a el pero este lo rechazó alejándolo.

— No quiero tu amor de sobra, Bang.

Dicho esto salió de la habitación, no sin antes colocarse su máscara —que también sirvió para ocultar sus lágrimas—, el rubio solo se limitó a verlo salir para comenzar a colocarse su ropa nuevamente.

[...]

— Di "ah"— mencionó Felix acercando el cubierto a la boca de HyunJin.

— No quiero, sabe horrible.

Negó el pelinegro moviendo su cabeza varias veces.

— Me voy a enojar si no comes.

Frunció el ceño, Hwang suspiro derrotado. ¿Qué tenía este chico que no se le podía negar nada?

— Ah— balbuceó abriendo su boca en una "O" perfecta.

El de pecas sonrió encantado y introdujo la cuchara con sopa dentro de la boca del mayor para después sacarla ya sin el líquido.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que el recipiente donde se encontraba la sopa, quedó vacío en su totalidad.

— ¡Listo!— exclamó emocionado el de pecas.

HyunJin sonrió, llevo la mano hasta el lugar donde le habían disparado, ya no dolía tanto.

Felix salió de la habitación para dejarlo los platos en la cocina. Durante su ausencia, ChangBin aprovecho para entrar donde HyunJin se encontraba.

— ¿Lo tienes?— Seo asintió — perfecto.

ChangBin le entrego el suave peluche de felpa, que Hwang tomo con delicadeza.

— Por cierto, jefe, quería pedirle permiso para salir.

— Veo que ya estás listo, puedes ir— autorizó el pelinegro al observar que su compañero no traía puesta su máscara.

— Gracias.

Susurró Bin antes de salir de la habitación con cuidado de que Felix no lo viera.

— ¡HyunJin-ssi!— gritó Felix entrando a la habitación.

— ¿Pasa algo?

— Hay alguien que está preguntando por ti.

— ¿Quién?

— Tu padre.

¿Cómo levantan su ánimo cuando están tristes?