ＢＡＤ ＢＯＹ

Bad Boy 03

Felix abrió sus ojos ante la sensación húmeda, movió un poco su cabeza y llevo una de sus manos a esta para masajearla por encima de su cabello. Sentía unas náuseas horribles y su estómago se revolvía de manera monstrosa.

Abrió sus ojos cerrandolos al instante, no soportaba la poca luz que había en el lugar. Cuando se adaptó a esta divisó una pequeña lámpara colgando del tejado, era la única fuente de luz en toda la habitación.

Se apoyo sobre sus brazos y se levantó quedando sentado de rodillas y mirando la solitaria habitación con colores opacos.

Se paró correctamente apoyándose en la pared, la ropa que llevaba puesta estaba llena del lodo que estaba regado en todo el lugar e incluso había adquirido un mal olor.

Felix no sabía qué hacer ¿Dónde estaba? Este lugar era muy diferente a el camino a su casa que era donde recordaba haberse quedado mientras estaba huyendo de aquellos sujetos.

La puerta chilló y esto provocó que el de pecas se asustara, un chico con una máscara púrpura entró al lugar.

— Hasta que despiertas, niño.

El hombre camino hasta quedar frente a el de pecas, Felix por su parte intento alejarse y termino siendo acorralado contra una de las esquinas de la desgastada habitación.

— D-déjeme ir, por favor— pidió el pelinaranja con temor.

— Ah, tan educado— se burló el contrario — no te puedo dejar ir niño, ahora camina el jefe quiere verte.

El hombre comenzó a caminar sin embargo, Felix no se movió de aquel lugar. Tenía miedo, mucho miedo.

— ¿No te piensas mover?—. Aquel hombre se dió la vuelta bruscamente al ver que el de pecas no lo seguía.

Felix junto sus manos sobre su pecho mientras se refugiaba en aquella esquina. El hombre suspiro, sería una tarea difícil de lograr.

Salió de aquel lugar en silencio y cerró la puerta tras el suavemente. Afuera dos chicos lo estaban esperando.

— Lee Know— llamó uno de los presentes — ¿Dónde esta?

El chico de la máscara púrpura negó quitándose el antifaz.

— Tiene miedo, es normal.

— ¿Entonces qué hacemos?— los tres chicos se miraron.

[...]

La señora Lee lloraba descontrolablemente, mientras su esposo yacía tirado en el sofá. Su mano sobre el puente de su nariz y su ceño fruncido. Estaba decepcionado.

Yong Ah estaba decepcionado de el mismo, no pudo cumplir su promesa y a decir verdad no esperaba que su enemigo se llegase a enterar tan rápido.

No le importaba que lo hubieran capturado y torturado a el, pero su hijo...

¿Por qué con su hijo? ¿Por qué con lo único que le daba vida?

Habían tocado su debilidad, si ellos querían herirlo y debilitarlo lo lograron pero más que eso, habían hecho una herida tan profunda que era notable incluso en el exterior.

Los oficiales de policía recorrían la casa junto a algunos investigadores. El jefe de apartamento donde trabajaba el padre de Felix se acercó a su empleado y colocó una mano en el hombro de este.

— Comprendo si con esto ya no quieres seguir—. Esto siempre pasaba, todos siempre renunciaban al ver el peligro.

— No...— el de mayor autoridad observó al hombre destrozado frente a el — ahora con más razón, quiero atraparlo.

[...]

Felix abrió sus ojos de golpe, estaba en la misma habitación, solo que el hombre de la máscara ya no estaba y se encontraba solo.

Se miró a sí mismo sentado en aquella esquina donde se refugiaba anteriormente. No aguantó un solo segundo más y dejó que las lágrimas retenidas salieran.

¿Por qué le hacían esto? ¿Por qué lo alejaban de su familia? El no era culpable de nada, el solo quería salir de ahí y correr hasta sus padres para luego fundirse en un abrazo con ellos.

¿Acaso eso ya no era posible?

El sonido de la puerta abrirse lo hizo dar un brinco y mirar a tal lugar, un joven alto y de cabello negro entró, estaba vestido de forma presentable y en una de sus manos llevaba un reloj que por el modelo, Felix sabía que era costoso. Piel pálida y labios gruesos, en el inferior resaltaba un piercing al lado derecho.

— Así que tu eres Felix— el pelinegro habló.

— ¿Q-quién eres tú?— la voz de Felix siempre era dulce a pesar de que tenía miedo.

— Me presento, soy Hwang HyunJin, un gusto conocerte.