Errores costosos

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Pasaron semanas desde esos eventos, todo iba perfectamente hasta que se me ocurrió cometer algo de lo que me arrepentiría completamente.

Un día, mientras llegábamos al salón, como de costumbre Sofía y yo nos sentamos en nuestros lugares de siempre, pero no pasaron más de 10 minutos cuando se me ocurrió una muy mala idea.

Decidí pasarme al asiento de al lado, como si estuviera molesto con Sofía y por lo que me di cuenta después, fue que lastime sus sentimientos.

Es la peor decisión que pude haber tomado.

Después de un rato le entregué (o más bien, dejé en su lugar) una carta que decía que quería terminar mi amistad con ella dandole libertad de elegir, y al mismo tiempo confesando mis sentimientos por ella, pero en un mal momento.

Pasó otro rato y, mientras miraba a la nada, Sofía dejó una carta en mi mesa.
Intrigado por saber cual era su respuesta, decidí leerla; en la carta mencionaba que no quería terminar con nuestra amistad, también mencionaba lo mucho que le importaba y lo que era de ella, su mejor amigo.

Cuando terminé de leer, me sentí realmente mal y me di cuenta de que quise tirar a la basura una hermosa amistad; me sentí como un estúpido, todo gracias a mis celos de que ella tuviera novio.

Pasaron algunos días y la cosa no parecía mejorar mucho; en un momento en el que nos iban a dispersar en los demás clubs, decidí acercarme a ella y, con un tono bromista, me disculpe e intenté quedar en buenos términos con ella. Pese a que me esperaba una reacción negativa, ella aceptó mis disculpas y, cuando nos encontramos en la salida, actuaba como si no hubiera sucedido nada malo.

Me llenaba de felicidad, pero aún me sentía mal con ella, todavía no podía perdonarme a mí mismo por mis tonterías...














...Sentía que había dañado mi amistad....

Una Vida ComplicadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora