La Elegida: Mi destino final

La Verdad Jamás Revelada

Hace mil años nació un nueva Diosa y con ella dos especies más, los demonios y vampiros. La pequeña Diosa, nacida del Ajalma (una unión muy poderosa, que con tan solo una mirada dos Dioses quedan unidos como pareja hasta la muerte) entre la Diosa Magia y el Dios Muerte, ella era tanto muerte como vida, la magia corría por sus venas pero no con tanta intensidad, su nombre era Maldad.

La paz en la dimensión sagrada seguía como siempre y la pequeña Maldad creció fuerte y sanamente en sus siete años de maduración o así fue hasta ese día, cuando los Dioses Odio, Oscuridad y Muerte se unieron para eliminar a los humanos y hacer que los seres mágicos fueran los únicos seres existentes. Las Diosas Magia, Luna, Luz y Maldad se unieron en su contra y se alzó una guerra entre Dioses, algo nunca visto desde hace más de tres milenios.

La guerra duró en total tres días, una pelea entre Dioses era algo catastrófico, sus armas eran sus poderes y espadas, pero cada golpe que recibían era un rayo que caía en la dimensión mágica y en la dimensión oscura, entre más duraba el cielo se iba tornando de un color morado para los seres mágicos y las figuras de los Dioses en plena guerra se reflejaban en él llenando de terror a todos los seres mágicos. Hubo muchas muertes en ese tiempo y para evitar que eso siguiera la Diosa Luz dio su vida para acabar con los tres Dioses de una vez por todas, pero antes de que el Dios Muerte muriera maldijo a su propia hija a vivir solo la mitad de la vida promedio de un Dios y condenó a la Diosa Luz a vivir como un espíritu hasta que su reencarnación tomara su lugar como Diosa.