La Elegida: Mi destino final

Capítulo 5

   La noche llega y ya he aprendido un montón de cosas, me aprendí el nombre de cada miembro de mi familia y he aprendido muchas cosas que una casa tiene en su interior. Ahora estoy a punto de irme con los chicos a entrenar, ¿en dónde? Ni idea, pero debemos encontrar un lugar y rápido.

– Ya te vas ¿no? – dice Nick mirando el cielo lleno de estrellas.

– Si, tengo que entrenar – digo y me vuelve a ver.

– ¿Segura que no quieres mi ayuda?

– Sí, estoy totalmente segura.

– Bueno – se acerca a mí para besarme, pero yo me alejo.

– Lo siento – digo y hago a irme.

– Aún no recuerdas nada ¿verdad? – dice dolido.

– Recuerdo muy poco, pero si te hace sentir mejor, cuando estoy con ustedes me siento en casa.

– Eso es suficiente para mi en estos momentos.

– Volveré cuando el sol salga – informo y los chicos se colocan en mis hombros.

– Hasta mañana.

– Si, hasta mañana.

– Te amo – dice y le sonrío para después desaparecer y aparecer frente a la casa de antes.

– ¿Entrenaremos aquí? – pregunta Angela y se colocan frente a mi.

– Es por mientras pensamos – respondo.

– Creo que quisiste decir que es para alejarte de Nick – me corrige Scarlett.

– ¿Por qué escaparía de él?

– No lo sé ¿Por qué? - dice y me mira a los ojos.

– Cuando estoy con él me siento un poco incomoda, siento que no lo conozco, de hecho es así, no sé cómo es y él sí sabe todo sobre mí y eso me hace sentir mal – hago una pausa – No sé si esto funcione.

– Es tu mate – dice Alice.

– Y al mismo tiempo un extraño – digo.

– Solo tienes que darle tiempo al tiempo.

– ¿Qué? – digo confundida.

– Que solo deja que el tiempo pase, solo has pasado dos días con él, ya verás que pronto recordarás todo.

– Si – la apoya Angela – Apuesto que ya lo viste en algún recuerdo y no te diste cuenta.

– Al rato ya te sabes toda la vida de él y no te das cuenta – dice Yashua.

– Eso es muy probable – le sigue Scarlett y sonrío.

– Gracias chicos.

– Los amigos están para ayudarse – dice Alice.

– Son los mejores – me transformo en un hada como ellos para poder abrazarlos.

– Bueno, ahora a entrenar – dice Alice cuando nos separamos.

– Pero ¿en dónde? – pregunta Angela.

– Aquí – dice Yashua.

– Este lugar no es muy grande – indica Scarlett.

– ¿Qué les parece un claro? – pregunto al ver uno en mi mente.

– Sería perfecto – responde Alice.

– Estoy recordando uno muy cerca de aquí – digo y comienzo a caminar hacia adelante.

El camino que se proyecta en mi mente es muy claro y por ratos me parece ver a niños correr entre los árboles, los mismos niños de siempre. Al llegar observo un claro con el pasto un poco alto y lleno de flores moradas y amarillas.