Capítulo 13| Hades y pañales

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D I A N A🔮🔮🔮

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D I A N A
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Sentada debajo del gran árbol que estaba en el jardín trasero de la casa estaba Helen leyendo un libro junto con Harmonía. Pocas veces había visto a Helen prestarle atención a algo más que su celular o cualquier aparato electrónico. Me acerque a ellas para por fin hablar con Helen por lo que paso en mi habitación hace algunos días atrás.

– Nieves recuerdas cuando te leía esta historia de niña, no sé por qué te encantaba la bella y la bestia, pero es la única historia que calmaba tus llantos – la mayor de las Passion beso la frente de la platinada que abrazo a su hermana.

– La recuerdo Harms esa también era la historia que me leía mi papá cuando iba a dormir – detuve mi andar creo que este no es el momento para hablar de nada con Helen. – Diana sé que estás ahí puedes venir a hablar conmigo – abrí mi boca intentando decir algo, pero no pude esta chica me sorprende cada vez más.

– Protegida de Hades y Perséfone siéntate con nosotras, lamento no llamarte por tu nombre es que no nos hemos presentado aún – ella palmeo su lado la diosa despedía un áurea de armonía y amor que me hacía sentirme cómoda.

– Yo soy Diana – me senté alado de Harmonía que cerro su libro apoyándolo en sus piernas de forma delicada. Con una postura recta ella se acomodó en su lugar.

– Es un placer conocerte Diana, yo soy Harmonía – un viento ligero acompaño sus palabras haciendo que su cabello flotara un poco con el viento. – ¿De qué quieres hablar con mi pequeña nieve? – la diosa pellizco la mejilla de Helen que hizo una mueca de sonrisa.

– Use mis poderes para que ella y el príncipe Apolión tuvieran sexo – declaro Helen sin una pizca de vergüenza en su pálido rostro.

– ¿Por qué lo hiciste? – pregunte cruzándome de brazos no quería perder mi virginidad de esa manera.

– Alysa me pidió el favor y no pude negarme lamento haberlos puesto en esa situación tan ¿calurosa? – sonrió Helen mirando al cielo – Pensé que no eras virgen y ya sabes eso solo lo detectaría Artemisa o alguna de sus hijas.

– No estoy molesta solo quería saber por qué quisieron que Apolión y yo hiciéramos el amor – mis mejillas se encendieron como las brasas del fuego.

– Yo solo los manipule para que tuvieran sexo y fue porque no queríamos que supieran de la broma que le hicimos a la líder de las Omegas – Harmonía movió el brazo de su hermana para llamar su atención. Ambas miramos en la dirección que la diosa nos indicó y ahí vimos tras los arbustos una cabellera rubia.

– ¿Quién es esa rubia?

– McKeyla Dipietro la odiosa reina de las Omegas, te metes con la reina y alborotas el avispero. ¿Qué le hicieron? – pregunte acercándome a la canilla que tenía la manguera conectada. En la casa el patio está lleno de plantas que Camelia cuida regándolas, poniéndoles abono y todo tipo de cosas de jardinería. Abrí la canilla de la manguera que tenía una traba para no dejar salir el agua caminé de nuevo a mi posición inicial junto al árbol.

El hijo de Hades y Persefone [1.3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora