El hijo de Hades y Persefone [1.3]

Capítulo Especial| San Valentín

A P O L I Ó N
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Le coloco la campera a Nina mientras ella me habla del dibujo que hizo en el kinder. Tenía que dibujar a su familia y ella nos representó a cada uno con un color diferente y coronas sobre nuestras cabezas. Ella era la única que no portaba corona ya que recién al cumplir dieciséis se le hace la ceremonia para saber si ella decide ser mortal o una princesa del olimpo. Su maestra le pregunto por qué ella no tenía corona y mi hija con mucha sinceridad le respondió que aún no tenía la edad suficiente para ser la princesa del inframundo. La maestra se alarmó tanto que hasta tuve que ir por Nina porque querían que la llevara al psicólogo de la escuela o que la lleve para que alguno la viera por si algún familiar falleció o algo estaba pasando en mi casa.

Ahora no iba a tener una charla con Nina acerca de lo que se puede y lo que no decir fuera de casa. Prefiero que este Diana para que me ayude yo no tengo mucho tacto para abordar esos temas. Abriendo la puerta trasera del coche subo a mi hija colocándole el cinturón de seguridad y beso su frente para cerrar la puerta. Trotando por enfrente del auto me subo al asiento del piloto conectando mi celular al auto y poner música. Nina va cantando canciones infantiles mientras observa por la ventana y saluda a los vecinos cuando entramos al condominio privado donde vivimos.

En cuanto entramos en la casa mi hija corre a sacarse la campera, su bufanda, gorro y guantes. Diana a veces exagera con abrigarla de más creo que es demasiado, pero si no lo hace mi hija se enferma. Y más en esta edad que pasan estando enfermos y cuando mejoran algún compañero de la clase lo contagia. Nina siempre sale como un pingüino sin poder moverse mucho hasta al auto donde su madre o Anker la ayudan a subir. Ella en cuanto pone un pie dentro de la casa empieza a sacarse el abrigo como si fueran las capas de una cebolla mientras es perseguida por Sufrimiento uno de los hijos de Cerbero que ya no es un lindo cachorro.

- Nina no corras en las escaleras - grito tirando las llaves en la mesilla de la entrada, mi hija no me contesta, pero puedo escuchar su risa por la mansión mientras corre de cuarto en cuarto. Dejo de prestar atención en Nina para seguir el delicioso aroma de comida viniendo desde la cocina. Quitándome la chaqueta camino con esta colgando de mi hombro y diviso en la cocina a Diana. Con un delantal de flores y su cabello castaño en un moño moviéndose mientras ella habla por teléfono y bate algo en un recipiente.

- Pedí específicamente tulipanes azules les estoy pagando un servicio no les estoy pidiendo que viajen a la Luna - habla apresurada Diana mientras coloca la mezcla en un molde para tortas. - Por favor necesito tulipanes azules o la novia me matara y les aseguro que no dejare un comentario bonito en su página de internet - ahora es cuando comprendo todo. La renovación de botos de Helen y Hypnos es en una semana y Diana como madrina de la novia se está encargando de algunas cosas junto a mis primas y las hijas de Afrodita. Mi flor corto la llamada y metió la preparación al horno soltando un suspiro antes de girarse asustándose de mi presencia.