Capítulo 39| Falta Poco

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A P O L I Ó N💀💀💀

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A P O L I Ó N
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– Injusto o no es lo que te puedo ofrecer tómalo o déjalo – viendo la reacción del titán permanecí firme esperando su respuesta durante un largo silencio que incomodo a todos.

– Lo haré – hablo al fin soltando un bufido. De mi mochila saque el collar que años atrás me había entregado mi abuelo y que ahora volvería a utilizar para ponerme en el mismo tamaño que Atlas.

– Espera – interrumpió Gemma sacando algo de su mochila que se lo paso a Aileen que vertió algo convirtiendo esas dos pulseras en algo que podría usar Atlas. La fantasma voló hasta mi altura entregándome los brazaletes y al ver mi cara de incertidumbre hablo. – Debes atar esto alrededor de las muñecas de Altas si él se va y te deja aquí esos brazaletes lo volaran en mil pedazos y lo reconstruirán para que sostenga al mundo entero – las demás chicas pidieron que le atara el brazalete en las manos al titán que soltó un gruñido exasperado. Al parecer si quería engañarme dejándome cargar el cielo por el resto de la eternidad. Poniendo mis manos donde el titán me indico el peso del cielo cayó sobre mis hombros haciendo que mis piernas flaqueen un poco ante la sorpresa de tanto peso.

– Tu puedes sombritas – el grito de Diana hace que implemente la fuerza y pueda sostener el cielo sin que este me aplaste. Levantando mi mirada observo como Atlas camina custodiado por una pequeña Aileen y otra pequeña Ylenia.

El colosal titán arranca cuatro manzanas que se las entrega a las chicas que alzando su dedo pulgar le indican que con eso basta. Atlas me miro por un par de segundos y bajando la mirada a los brazaletes en sus manos retorno su camino hacia donde estábamos. Tomándose su tiempo camino de forma lenta y pausada como si estuviera contando los segundos de su libertad. Lo que me pareció la caminata más larga de la existencia Altas llego hasta mí. colocando sus manos como yo había hecho hacia minutos y deje de nuevo el cielo en sus manos. Quitándome el collar del cuello volví a mi tamaño normal guardando la reliquia en mi mochila.

Gemma comenzó a reírse como si acabara de oír el mejor chiste del mundo y mi novia junto a mis primas comenzaron a seguirla en esa especie de risa contagiosa. Al ver que no entendía nada Diana se acercó hacia mi tomando su estómago que supongo le dolía de tanto reír.

– Los brazaletes que tiene Atlas son los que Aileen hizo para nosotros no tenían ningún poder mágico – se burló mi novia señalando los brazaletes de la amistad en las muñecas de Atlas. – Volviste a ser engañado – las otras tres chicas estallan en carcajadas a las que debidamente me les uno viendo la cara de odio por parte del titán.

Controlando las risas guardamos las manzanas en las mochilas listos para partir al olimpo de forma rápida antes de que las ninfas despierten. Tomando la mano de Diana y con la mano de Gemma sobre mi hombro viajamos al inframundo esperando a que mis primas aparezcan. Al estar los cuatro juntos vemos el enorme portón de oro frente a nosotros por donde mis primas pasan sin problema diciendo la típica frase que nos deja pasar.

El hijo de Hades y Persefone [1.3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora