Winx Club ~One-Shots~

Un amor amargo

¡Feliz cumpleaños Bloomix4Ever!

- Todo pasa cariño - dijo una pelirroja acariciándole el rubio cabello a su hijo, este simplemente siguió con la cabeza apoyada en su hombro.

- No lo sé mamá - dijo con sus azules ojos en algún punto de la habitación - Esto es mas difícil de lo que creía.

-Tu padre y yo te ayudaremos en lo que sea- el rubio agradeció las palabras que su progenitora decía - Nosotros también pasamos por dificultades. Recuerdo...

- No. No quiero escuchar las historias de cuando estabas embarazada de mi - la pelirroja se sobresaltó al ver a su hijo ponerse firme tan rápido.

- Sky tienes veinticuatro años, tu mujer está embarazada ¿Cómo es que siguen sin gustarte estos temas?

- Por Dios santo madre, a nadie le gusta que le cuenten las historias de las peleas que tenían sus padres cuando su madre estaba embarazada. - replicó.

- El día que me entere que me entere de que le has contado estas peleas que estas teniendo hoy en día con Bloom más vale que corras y reces porque no te encuentre. - Sky temió por su vida.

- De verdad que no la entiendo - el rey de Eracklyon cambió radicalmente de tema - Está muy sensible y bipolar y por nada se enfada.

- Hay algo llamado hormonas, las cuales se alteran cuando las mujeres están embarazadas - Samara empezó a reírse ganandose una mala mierada de parte de su hijo.

- Gracias mamá.

- Sky, me hace gracia que te alteres tanto. - empezó a explicar el porque de su risa - Sois el uno para el otro, vais a superar juntos y volveréis a ser la pareja feliz que siempre habéis sido.

- Pero ¿y si quiere más a el que a mi? ¿y si me deja? ¿y si la pasa algo por culpa del embarazo? ¿y..?

-¡SKY! ¡No digas eso! Bloom es fuerte, deja de crearte películas y ve a consolar a tu mujer - el hombre se quedó pensando viendo como su madre cerraba tras de si la gran puerta, dejándolo solo con sus pensamientos y paranoias

{***}

- Musa deja ya de pensar cosas que no son.

- ¡Les vi! ¿Ahora me lo vas a negar? ¡Se que me estás engañando!

- ¡Es una maldita amiga! - gritó el hombre tirándose del pelo.

Musa había salido de paseo pues tenía el día libre en la discográfica con la que hacía muy poco había firmado un contrato. Se le había ocurrido ir a un centro comercial a comprar algo de comida para prepararle a su novio su plato favorito.

Mientras iba pensando lo que le diría Stella al enterarse de que no la avisó para ir, su mirada se fijó en un color de pelo que tanto conocía. Era su novio, sentado en un bar, con una mujer que ella no conocía. Durante un segundo las miradas de ambos enamorados se cruzaron y al segundo siguiente ambos se encontraban realizando la misma acción. Correr.

Ella hacía casa, lejos de esa escena. Él detrás de ella.

- ¡Estás delirando! ¡Yo solo te quiero a ti!

- Por supuesto, por eso estabas con esa zorra...

- No la conoces, no tienes el derecho de llamarla así.

-¡Y encima ahora la defiendes! ¿Te gusta más ella que yo?

- ¡Pero que diablos te pasa por la cabeza Musa? ¡¿Acaso estás embarazada?!

De repente, como si el tiempo se hubiese detenido ambos se quedaron cual estatuas, mirándose a los ojos. Ninguno había contemplando la posibilidad de ser padres. Ambos se miraban a los ojos, Musa calculaba hacía cuantos días no tenía el periodo y el pelimagenta se encontraba pensando si le daría tiempo a llamar a una ambulancia antes de que le diese un infarto.