Una mañana tranquila en un pacificó barrio, cuatro chicos formados por Jessica (Jess), Jack, Gina (Gin) y Elián. Con cuatro libros completamente iguales, con sus nombres en cada hoja, deberán encontrarse, por… “casualidad”.
JESS
Me desperté al día siguiente, necesitaba olvidar lo de anoche, pero por alguna extraña razón no me quite ese colgante del cuello, me transmitía la confianza que a mí me faltaba.
Entre a la ducha y como siempre, no había agua caliente, maldito Tobi, mi hermano menor, siempre se ducha y acaba el agua caliente sin dejar para los demás, quería agua caliente y la quería ¡ahora!
Y de repente el agua se calentó.
No le di importancia, fui a la nevera y no había agua fría, cogí un vaso y pensé en lo dulce que sería tener agua en mi garganta y cuando volví a la realidad el vaso estaba rebosando de agua, fría. El grifo estaba parado.
¿Qué es todo esto?
No te lo imaginas, tu historia acaba de empezar.
JACK
Al final de la noche conseguí cerrar esa estúpida espada o bolígrafo, y conseguí dormirme de madrugada, no mucho antes de que me suene el despertador, y ahí estaba sonando con su irritante música mañanera.
-Hijo despierta ya, necesito mover esta tierra de sitio y tienes que ir al colegio, ¡Date prisa! – decía George, mi padre no tan padre, pero al fin y al cabo fue el quién me cuidó. Me enteré de eso hará unos 4 años y para mí sigue siendo mi verdadero y único padre.
-Ya voy…
Entró en la ducha como un rayo, no sin antes regar a mi nueva planta carnívora, y me detengo al ver que está mucho más alta y grande que la última noche, serán las vitaminas de mi padre.
Después de salir de la ducha, me encuentro con un George intentando mover la tierra, me hago con su rastrillo y le indicó que vaya a desayunar y si pudiera ser a prepararme un buen desayuno y que después iría al instituto.
Ya puesto en la faena, me imagino como tendría que quedar el jardín delantero y cuando abro los ojos, ahí está. Como una copia idéntica a mi cabeza.
¿Será que mi padre lo habría hecho mientras lo imaginaba?
No, él no ha sido, sino tú.
GINA
Conseguí quitarme la cinta del brazo, pero como era tan suave decidí que por la mañana la utilizaría de lazo para el largo pelo, y así tendría un nuevo look para el instituto.
Me levanto por la mañana y voy directa a la ducha, salgo envuelta en un albornoz y una toalla en mi cabeza, mire por la ventana y no se movía ninguna hoja, que fastidio, tendré que secarme el pelo. Pero cuando menos me lo espero, empieza hacer un viento de espanto y en el fondo me encanta.
Escojo y me pongo la ropa más indicada para este día un gran y fastidioso lunes. Me peino y me coloco la cinta en el pelo, sonrío y una ráfaga de viento inunda mi lavabo, me giró para mirar si había dejado la ventana abierta pero, no era así. Empiezo a sudar y a tener una calor terrible, que está pasando, voy hacia mi habitación y la ventana también está cerrada, de repente me falta el aire y las ventanas de mi habitación se abren dándome su viento helado.
¿Qué está pasando? ¿He sido yo?
Sí, veo que eres una chica muy inteligente, después de todo tienes un elemento único.
ELIÁN
Tiré esa maldita bola, con ese libro a la basura y paré el fuego con un extintor, por suerte mis padres estaban de viaje de su cuarta o quinta luna de miel, preparé un exitoso pastel y por la noche hice el amor con Val.
Por la mañana, despierto por la estúpida alarma y con los besos de mi dulce novia, que gran despertar, nos duchamos juntos y volvemos hacer el amor despiadadamente, ella se va a su casa y quedamos después para ir al instituto, me vuelvo a duchar y el agua está caliente, demasiado caliente tanto que quema y cuando miro mis manos, me doy cuenta de que son ellas las que tienen fuego.
Grito como nunca antes lo había hecho, desesperación, pánico, dolor, un momento, no, no sentía dolor. Por una extraña razón me calme y las llamas de mis manos también. Salgo me visto con rapidez y voy a preparar mi desayuno, cojo la leche de la nevera y el microondas se estropea, maldita sea. Cuando me doy cuenta, la leche está hirviendo en mi mano y peta.
¿Por qué todo a mi alrededor esta que hecha llamas?
Porque el fuego es tu elemento, joven muchacho.
TEDDI, NEFERET, URIEL
Creo que ha llegado el momento de que los cuatro chicos se conozcan, Uri tú te encargaras de ellos, mientras tanto seguiremos buscando a nuestra quinta persona Nef, busca por diferentes barrios, tenemos que encontrarla antes de que sea demasiado tarde.
-¿Qué harás tú, Ted?
- Ayudaré en lo que haga falta, pero de momento yo soy una “x”, no tengo que ser descubierta hasta que todos los elementos se conozcan y se lleven bien.