Extra 1

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3 años después...

Marcia

Hoy fue un día bastante agitado. Tres de los siete días semanales eran así. Luego del instituto, tenia media hora para llegar a mi clase de piano y siempre llegaba gracias a Connor. Mi tía Julliette junto a su talento hizo que me enamoré del instrumento y a mi corta edad, ella logró enseñarme todo lo que sabia. Cuando dijo que no podía enseñarme más por el estudio y responsabilidades, papá me anotó con un maestro particular en una academia prometiendo que solo me dejaría ir si no descuidaba mis estudios, algo que obviamente no pasó ya que llevo la nota más alta de la clase. Mi profesor dice que tengo mucho talento y que podría ser una pianista reconocida pero se que no es lo que quiero para mi vida, me gustaría seguir tocando pero lo que quiero es estudiar administración, como mi papá Nat.

Llegué a casa y aún no había nadie. Me dirigí a mi habitación y dejé la mochila en el pequeño sofá, tomando solo mi celular junto a los auriculares. Dejé que la cama me reconfortara y me metí en las redes sociales. Si tan solo hubiésemos tenido eso cuando nos separamos de mi padre... tan solo le habíamos hecho ese video gracias al tío Gab porque nos comentó que era su cumpleaños y estaba triste sin nosotros.

Negué entrando a facebook y sonreí al observar la foto que me había sacado con mi mejor amiga en las gradas del instituto. Luego de comentar, comenzamos a chatear mientras nos pasábamos los link de las canciones que estábamos escuchando en el momento. Sabia que me retaría al enviarle a mi Billie Eilish ya que no le gustaba. Recia que era para deprimirse pero yo la amo y adoro cada una de sus canciones. Sonreí al saber que aquí tengo amigos. Aquí no soy ninguna rara ni nerd, soy alguien normal con un apellido de respetar. No tenemos problemas con la ropa que utilizamos ya que tenemos uniformes así que nadie puede criticar nuestros atuendos y hacer sentir menos. 

Mis manos dejaron el chat de mi amiga y colocaron en el buscador el nombre que siempre quise buscar y nunca lo hice. >>Thomas Willens<<

A stalkear.

Su cabello había crecido bastante, en su rostro aún adornaban sus ojos verdes zafiros y su rostro, como siempre, neutro, sin ninguna expresión de dolor, felicidad o algo. Thomas había cambiado, daba ahora ese aspecto de chico malo con campera de cuero pero sin la moto. Pero en su foto de perfil no solo estaba él, también aparecía una chica rubia, de tes blanca y con ropa demasiado reveladora. Una barbie cualquiera. Allí aparece Sara, a su lado.

Mis dientes hicieron presión mientras una rabia desconocida comenzó a crecer en mi.

Una lagrima se deslizo por mi mejilla y negué quitándomela de un tirón.

Él todavía esta con ella, aún son amigos o quizás algo más...

A mi me hicieron sufrir, me dejaron en el olvido.

¿Por qué duele tanto?

(...)

Noche de tormenta, eso significa tan solo una cosa. Dejé mi celular en la mesa de luz a la espera. Aún le sigue temiendo.

Un fuerte estruendo se escuchó a lo lejos y entonces comencé a contar... 

3...

2...

1...

El talón de los pies de mi hermano se escucharon en mi habitación mientras habria la puerta.

Ahora ya no grita al correr, no quiere despertar a nadie.

—Marci... ¿Puedo dormir contigo? Es la última vez... —susurró entrando a la cama.

—¿es la última? No te creo, debe ser la trigésima sexta vez que dices lo mismo —sonreí tapándolo—. No hay problema, nano, ahora en 3... 2... 1 —sonreí escuchando los pasos fuertes.

Mi Hermosa SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora