BULLYING; Lesbian

CAPÍTULO 5 [Editado]

Helen

—Veintiséis personas en la maldita clase y me escogió a mí. Te lo juro, odio ahora mismo mi vida —dije enojada.

—¿Qué mierda tienes en la cara? —preguntó Melanie.

—Es una mascarilla de aguacate —dijo Julie mientras me seguía poniendo aquella mascarilla.

—Da igual qué mierda tenga en la cara, Melanie, dime qué mierda hago para controlarme —dije mirándola a través de aquella videollamada.

—¿Para qué sirve la mascarilla? —preguntó Sasha.

—Ni puta idea, lo veo en muchas películas y si se lo ponen, es por algo —dijo Julie sonriendo.

—No me están escuchando —dije enojada.

—¿Hablaste con tu profesor? —preguntó Sasha.

—Claro que lo hablé con él y el muy hijo de puta dijo que Scarlett quería ser mejor persona. Le dije que era obvio que planeaba algo y el muy hijo de puta dijo, solo dale una oportunidad, como si ella me diera una oportunidad de que pudiera conocerme. Que no me vacile el idiota ese —dije enojada.

—Sabes que deberías hacer, darle un golpe leve a Scarlett, ya sabes, solo para advertirle quién manda —dijo Melanie.

—Claro, y que sus estúpidas amigas vengan y me hagan otro puto golpe en la otra mejilla —dije seria.

—Bueno, el morado resalta tus ojos —bufé frustrada.

—Tiene razón —dijo Sasha.

—Claro que le pondré la otra mejilla y le diré, dame otro por favor, que quiero que mis ojos los vea todo mundo, quiero que luzcan mis ojos azules preciosos —dije con sarcasmo.

—Unas sombras color verde te quedarían perfectas —dijo Sasha.

—Tiene razón. Es más, esa mierda que tienes en la cara resalta tus bellos ojos —dijo Melanie con una sonrisa.

—No me están ayudando en nada —dije enojada.

—Dijiste que no te puede hacer nada si estás con ella en el trabajo, así que no deberías preocuparte ahora. Solo haz el jodido trabajo, pero no en su casa. Recuerda que puede ser una trampa —dijo Sasha.

—¿Y a dónde se supone que vamos a hacer el trabajo? —pregunté.

—Tal vez en tu casa —dijo Sasha.

—Y que Jean comience a hacerse amiga de Scarlett, paso —dije seria.

—¿Qué tal el departamento de tu papá? —preguntó Melanie.

—Claro que no, papá me mata si llevo a alguien que odio a su departamento —dije seria.

—¿Por qué no la llevas a casa de Julie? —preguntó Sasha.

—Porque yo no la quiero en mi casa —dijo Julie seria—. ¿Te imaginas el enemigo en mi humilde hogar? —respondió seria.

—¿Con quién hablan? —preguntó Dante mirando aquella pantalla—. ¿Qué mierda tienes en la cara? —preguntó.

—¡No me están ayudando! —grité frustrada.

—Acabo de llegar, por Dios —dijo Dante serio—. Explícame tu problema por favor, Helen —dijo quitándole el móvil a Melanie.

—Helen me escogió como compañera para hacer un trabajo y no tengo opción. Es evidente que no voy a ir a su casa, pero no sé dónde más podría —interrumpió.